“Earendel nos puede ayudar a comprender mejor las etapas tempranas del Universo”

Javier Alonso-García, astrónomo de la Universidad de Antofagasta, analizó implicancias del último hallazgo del Hubble.

 

Earendel ya no existe, probablemente murió antes que nuestro Sol naciera, pero de su existencia aún quedan vestigios. Su luz fue detectada recientemente por el telescopio espacial Hubble, convirtiéndose en la estrella más lejana jamás vista por el ojo humano.
12.900 millones de años tuvieron que pasar para que el brillo de este primitivo cuerpo celeste llegara hasta la Tierra, convertido en un débil punto de luz borrosa, sólo detectable gracias a la ayuda de un fenómeno llamado “lente gravitatoria”, que amplificó decenas de veces la capacidad de observación del Hubble.
El hallazgo es un gran salto atrás en el tiempo, pues, según publica la NASA, la estrella recién detectada existió durante los primeros mil millones de años después del Big Bang, como se denomina a la gran explosión cósmica que dio origen a todo lo que existe.
El astrónomo del Centro de Astronomía de la Universidad de Antofagasta, Javier Alonso-García, analizó los alcances de este descubrimiento científico, que permite a la humanidad mirar mucho más profundo en el origen de nuestro Universo.

¿Qué significa para la astronomía que por primera vez se haya detectado una estrella tan lejana?
En astronomía ver algo lejano en el espacio significa también ver algo lejano en el tiempo. La velocidad de la luz es muy grande, pero no es infinita. Esto significa que hay una demora entre el momento en que se emitió la luz de un objeto celeste y el momento en que nosotros lo vemos. Cuanto más lejana la fuente, mayor es el tiempo que transcurrió entre que la luz se emitió y nosotros la recibimos. Por tanto, en el caso de esta estrella, se trata de luz que se emitió hace mucho tiempo, hace casi 13.000 millones de años. Precisamente ahí es donde está el interés, en que esta estrella empezó a brillar cuando el Universo era mucho más joven, en sus primeros mil millones de años, y podría corresponder a las primeras generaciones de estrellas que se formaron.

¿Qué podemos aprender y qué nuevas preguntas surgen a partir de este descubrimiento?
El estudio de esta estrella nos puede ayudar a comprender mejor las etapas tempranas del Universo, y cómo se formaron y cuál era la composición de estas primeras estrellas.

Esta imagen de la NASA muestra la ubicación de la estrella más lejana jamás observada.

¿Es posible observar cuerpos aún más antiguos del Universo?
La observación de esta estrella ha sido posible gracias a un fenómeno que se conoce como lente gravitacional. Entre nosotros y esta estrella hay un cúmulo de galaxias de gran masa que provocan que la trayectoria de la luz de la estrella se curve y se magnifique, que se produzca una amplificación de la luz de la estrella, del mismo modo que hace una lupa. En este sentido, la potencia de observación del Hubble se ha visto multiplicada por efecto de esta lente gravitacional. El uso en el futuro de telescopios más potentes, junto con el descubrimiento de otras lentes gravitacionales más masivas que magnifiquen todavía más la imagen de cuerpos lejanos, nos podría permitir la observación de objetos incluso más antiguos.

¿Eventualmente sería posible ver la luz del mismo Big Bang, por ejemplo?
Tras el Big Bang, el Universo estaba tan caliente que la materia y la radiación estaban acopladas. Recién cuando pasaron alrededor de 400.000 años desde el Big Bang, el Universo se enfrió lo suficiente como para que la radiación y la materia se desacoplaran y la radiación pudiera viajar libremente. Ese momento, la llamada “era de recombinación”, es la luz más antigua que podríamos observar. La luz procedente de este momento todavía se puede contemplar, es lo que se conoce como radiación de fondo de microondas, ya que debido a la expansión y enfriamiento del Universo, su longitud de onda se encuentra no en el óptico, sino en las microondas.

¿Cómo era el Universo cuando Earendel aún existía?
El Universo que surgió del Big Bang solo contenía hidrógeno, helio y un poco de litio, los elementos más ligeros. El resto de los elementos los han formado las estrellas, bien mediante reacciones de fusión nuclear en su interior durante su vida, o bien al final de su vida mediante explosiones de supernova u otros mecanismos. En el Universo primitivo, donde no habían existido tantas generaciones de estrellas, se supone que la cantidad de elementos químicos pesados era mucho menor.

¿Qué expectativas abre para la ciencia en este tipo de estudios la puesta en operaciones del telescopio espacial James Webb?
Debido a la expansión del Universo, la luz de esta estrella tan antigua y lejana se desplaza hacia longitudes de onda más rojas. El telescopio espacial James Webb está optimizado para observar en longitudes de onda en infrarrojo, por tanto, podría observar con mayor precisión esta estrella, incluso tratar de obtener su espectro con resolución suficiente para analizar su composición química.

¿Cuánto más cerca cree que estamos actualmente de comprender los mecanismos o leyes que rigen a nuestro Universo?
El descubrimiento de esta estrella abre una ventana para probar las teorías que en este momento tenemos sobre las características de las estrellas que poblaban el Universo primitivo. Poco a poco vamos así aumentando nuestros conocimientos sobre nuestro Universo, aunque creo que siempre se nos generaran nuevas preguntas para las que tendremos que continuar buscando respuestas.

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jose.ramirez@uantof.cl

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