“Familiares cuidadores” de CESFAM Corvallis se expresaron mediante arte-terapia

A través de un proceso creativo, destinado a realzar sensaciones de bienestar físico, mental y emocional, 20 “familiares cuidadores” de pacientes beneficiados por el Centro de Salud Familiar (Cesfam) Corvallis de Antofagasta, vivieron experiencias liberadoras gracias a la práctica de arte-terapia.

Esta rutina de apoyo, que contempló 3 sesiones vinculadas al programa psicosocial de Cesfam Corvallis, fue liderada por la académica del Departamento de Enfermería de la UA, Mónica Jorquera, especialista que, utilizando la plástica como herramienta psicoanalítica, busca contribuir en la minimización del estrés provocado por las diversas labores de los cuidadores, utilizando una metodología transversal nacida en Estados Unidos en el año 1890.

“Estas sesiones responden a un trabajo sostenido que desarrollamos hace alrededor de 2 años, gracias al cual abrimos espacios de contención que antes no tenían, y que es muy importante para que los cuidadores expresen sus emociones, y a través de un lenguaje visual, digan lo que no pueden con palabras, dinámica que se desarrolla bajo un proceso de terapia grupal donde todos los individuos pueden liberarse”, comentó la arte-terapista y académica UA, Mónica Jorquera.

Cuidadores

Proceso de autocuidado que fue altamente valorado por la directora de Cesfam Corvallis, Vianka Araya. “Contar con una oportunidad que te permita cuidar de tu salud para cuidar mejor del otro, es totalmente beneficioso para las familias. Es muy importante que todos los establecimientos brinden estos espacios a todos aquellos que están cuidando a personas con dependencia severa, porque mejora las condiciones de atención y provoca que los cuidadores afronten de mejor manera ciertas vivencias”.

El ciclo culminó con una pausa de respiración y la elaboración de mándalas tibetanas. En la jornada participó la cuidadora Orita Pinto, beneficiaria que se refirió a la iniciativa.

“Fue muy bonito e interesante todo, me ayudó porque estoy muy encerrada y en este lugar me encuentro con personas iguales a mí, con los mismos dilemas, y nos ayuda mucho conversar. De acá nos vamos felices y contentas, con nuevos recursos que podemos utilizar en la casa para ayudar a nuestros enfermos”, declaró.

Es importante recalcar, que las sesiones de arte-terapia, contribuyen directamente en mejorar la calidad de vida de los cuidadores, construyendo espacios seguros de escucha mutua que faciliten la expresión emocional.

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