Especialistas concuerdan: aún no es tiempo de relajar el uso de mascarillas
Afirman que este elemento de seguridad es clave para evitar la circulación viral y piden no seguir el ejemplo de otros países que han flexibilizado su uso.
Debido a su menor costo y relativamente fácil acceso, las mascarillas han sido pilares fundamentales de la estrategia mundial de control de la pandemia de coronavirus, evitando o reduciendo la circulación viral y, por ende, los contagios.
Sin embargo, tras dos años de emergencia sanitaria y con el avance de la vacunación en gran parte del planeta, son varias las naciones que han dado pasos hacia la flexibilización de esta medida, restringiéndola para ciertos espacios o dando a su uso general un carácter de “recomendación”.
¿Debe hacer lo mismo Chile? Especialistas de la Universidad de Antofagasta creen que el uso de la mascarilla debe mantenerse como una medida básica de cuidado frente al virus, incluso en el escenario actual de alta cobertura de vacunación y paulatino descenso de contagios.
“Yo veo aún lejano el día que dejemos de usar mascarillas, debemos recordar que la vacuna no evita la infección, sino que su principal función es reducir el riesgo de una enfermedad grave, pero el virus sigue infectando, y como su vía de transmisión son las microgotitas que emitimos al hablar o toser, la mascarilla sigue siendo la barrera más útil”, dijo el doctor en Biología Molecular y Celular, Cristian Muñoz.
El investigador agrega que, para tomar decisiones en esta materia, es bueno tener a la vista la experiencia de otras naciones, como Israel, que tras abolir el uso de mascarillas entre su población a fines del año pasado, tuvo un fuerte rebrote que obligó a dar marcha atrás en varias acciones anunciadas.
“Por eso yo creo que todavía nos faltan antecedentes, pero mi sugerencia es que la mascarilla debe seguir siendo obligatoria a lo menos en los espacios cerrados; y en los espacios abiertos, hablemos de playas o parques donde hay ventilación y distanciamiento entre las personas, estaría dispuesto a evaluar su uso, pero siempre actuando con la necesaria cautela”, afirmó.
COLEGIOS
La directora del Centro de Investigación en Inmunología y Biotecnología Biomédica de la UA, Dra. Margarita Lay, afirma que es conveniente mantener el uso de mascarillas mientras la dinámica de la pandemia no dé señales de haberse atenuado lo suficiente.
“Hay que ser cautelosos, todavía no es momento de relajar las medidas de protección, sobre todo en lugares donde existe una concurrencia mayor de personas en espacios cerrados, como las sales de clases. Ahí el uso de mascarilla debe mantenerse a todo evento, acompañada ojalá de ciertos aforos y las medidas habituales de autocuidado”, afirmó.
Lay agregó que, a estas alturas, y con gran parte de la población vacunada, “lo que sí podría flexibilizarse, un poco, es el uso de mascarilla en lugares abiertos cuando las personas no estén agrupadas en grandes cantidades”, pero en el resto de las actividades, este elemento “debe mantenerse”.
Por su parte, el doctor en Genética Molecular y Microbiología, Angello Retamal, cree que espacios cerrados, con mala ventilación o donde las personas están muchas horas reunidas, son sitios de alto riesgo donde el uso de la mascarilla sigue siendo obligación, no sólo por el coronavirus, sino porque también existen otros patógenos circulando.
“El sincicial y otros virus bajaron sus tasas gracias al confinamiento y también al uso de las mascarillas, pero ahora han comenzado a aparecer de nuevo porque las medidas se han ido relajando; por eso, aunque sea un instrumento un poco molesto en algunas ocasiones, creo que debemos mantener y reforzar su uso”, apuntó.
VARIANTES
El especialista explicó que si el virus sigue circulando, uno de los riesgos es que puede encontrar nichos ecológicos que le permitan producir variantes potencialmente más trasmisibles o peligrosas. Por ende, considera muy importante cerrarle todos los caminos, con vacunación y con el cerco de protección que representa la mascarilla.
“Yo soy partidario que la mascarilla se mantenga y sea un complemento a la vacunación, porque no sacamos nada con vacunarnos y después olvidarnos que existe el virus e irnos a un concierto o al estadio a gritar sin la mascarilla. Es ridículo”, aseveró.
Angello Retamal planteó finalmente que si bien se puede revisar su uso en ciertas condiciones, por ejemplo, “si se camina por la costanera o en la playa”, el mensaje general, en este momento, es que la pandemia no ha terminado y que las medidas de protección personal siguen siendo importantes.
En nuestro país, desde abril de 2020 rige un decreto sanitario que establece el uso obligatorio de la mascarilla en espacios públicos, así como en los espacios cerrados donde se reúnan más de diez personas. No cumplir esta regulación puede dar lugar a multas de hasta 2,5 millones de pesos.