Universidades del Estado se unen para investigar extremófilos
Entender cómo funcionan los ambientes extremos, además de sumar las experiencias específicas en el campo de la investigación de los organismos extremófilos que habitan el Desierto de Atacama, las termas volcánicas de la Región de la Araucanía y la Antártica, es el objetivo de una inédita alianza científica alcanzada entre las Universidades de Antofagasta, de la Frontera y de Magallanes.
Este campo científico será el primero que abordará este trabajo en red entre las tres Universidades del Estado, quedando abierta la posibilidad para ampliarse hacia otros sectores en el futuro, además de incorporar el fortalecimiento en áreas como el postgrado y vinculación.
Por parte de la Universidad de Antofagasta será la Dra. Cristina Dorador quien con su equipo participará en el proyecto, sumándose además el investigador de este mismo plantel, Dr. Pedro Zamorano.
“Cada institución posee sus potencialidades en este campo, por ejemplo, nosotros tenemos experiencia investigando los extremófilos del Desierto de Atacama, en la Universidad de La Frontera ya realizan aplicaciones industriales y en Magallanes trabajan en ambientes tan particulares como la Antártica. Entonces, esta es una excelente oportunidad para hacer sinergia”, explicó la doctora Dorador.
Los organismos extremófilos que habitan la Antártica, las zonas volcánicas con aguas termales de la Araucanía y el Desierto de Atacama, podrían compartir propiedades y mecanismos que les permiten soportar, entre otros aspectos, mucho calor o mucho frío. Esas características podrían servir para utilizarlos en diversas aplicaciones industriales y tecnológicas.
La UA aportará a esta investigación en red un amplio conocimiento en información básica sobre los extremófilos del desierto que han recolectado sus científicos durante varios años de estudio.
Termoestables
Sin embargo, el equipo de investigadores que dirige en doctor Pedro Zamorano, quien fue invitado por la doctora Dorador a sumarse a este trabajo colaborativo, tiene significativos avances en aplicaciones a nivel de laboratorio de ciertas cualidades, como la termo estabilidad, de algunas encimas extraídas de organismos extremófilos.
“Logramos producir y clonar estas enzimas termo estables. Ahora en el marco de este trabajo, vamos a entregarlas a nuestros colegas de la Universidad de la Frontera quienes pueden inmovilizarlas y buscar algunas aplicaciones biotecnológicas de carácter industrial”, explicó el doctor Pedro Zamorano.
Profundizando en cuanto a las enzimas con las cuales han trabajado, el científico de la UA agrega que una de ellas es una amilasa con altas características termo estables, la cual puede ser usada en la producción de azúcar a partir del almidón, con posibles aplicaciones en la industria del pan.
“También logramos purificar una enzima (proteasa) que es altamente termo estable y muy utilizada en la industria de los detergentes. Detectamos que incluso tiene actividad sobre los 80 grados Celsius. Con este trabajo en red, ahora podremos extender la colaboración hacia todo el país”, explicó el doctor Zamorano.
Esta red de investigación representa el primer hito en cuanto al rol que deben jugar las Universidades del Estado de Chile en cuanto a trabajar colaborativamente en vez de competir, generando así un nuevo paradigma que deberán asumir todas las instituciones superiores de este tipo.
