Entrevista a ex alumnos destacados: Ximena Garrido Granada

Nacida en la ciudad de Viña del Mar, pero radicada desde muy pequeña en Antofagasta.  Sus padres estudiaron en la Universidad de Chile sede Antofagasta la carrera de sociología, pero las circunstancias políticas de los años de la dictadura, llevaron a cerrar la carrera.

Eso llevó a sus padres a buscar nuevas fuentes laborales. Su padre trabaja desde hace tiempo en una reconocida notaría de la ciudad lo que de alguna manera influyó en la carrera que iba a seguir en la Universidad. Alumna de buenas calificaciones académicas desde sus tiempos en la enseñanza básica y media, egresada del Liceo Experimental Artístico y actualmente abogada titulada de la Universidad de Antofagasta, la alumna titulada destacada de esta edición es Ximena Garrido Granada.

1.- Cuéntanos tu experiencia académica en la época escolar y ¿Qué te llevó a estudiar derecho?

R: Yo estudié en el Liceo Experimental Artístico, me gustaba mucho la música, pero por un aspecto de esparcimiento y de recreación, después me fui al área del teatro. Siempre cuando estaba en el colegio pensé en la posibilidad de estudiar abogacía, me gustaba porque tenía muchas facilidades y gusto por la lectura, la literatura y porque llegue a la conclusión que era el área humanista donde tenía más aptitudes para desarrollarme. Así que cuando me llegó el tiempo de decidir, entre a estudiar derecho y creo tomé la decisión correcta.

2.- ¿Cómo fue tu experiencia cuando recién entraste a la carrera?

R: El primer año fue complicado, típico que cuando recién entras tú no sabes bien a lo que vas, más encima entramos muchos, creo éramos unos 150, entonces hay un tema de adaptación que fue complejo en las relaciones humanas porque habían muchas personas de distintas convicciones, distintas procedencias y lugares, gente de distinta edad, entonces, no sabía cómo relacionarme al principio. Ahora con el transcurrir del año el curso se había reducido en un 70 %, justamente porque tomaban distintos caminos.

Luego seguí en el estudio y saqué la carrera en los 5 años, gracias a dios tenía buenas calificaciones, así que me dediqué a estudiar y a hacer otras cosas relacionadas con el derecho. Después me tocó la tesis y la hice en el derecho de los animales como objeto de propiedad, objeto de derecho, porque siempre ha sido mi área el tema de la protección y bienestar de los animales en general.

Desde antes en la Universidad participé en una organización Pro animal que de hecho era de la Universidad de Antofagasta, entonces me incorporé y asumí la vicepresidencia. Trabajamos harto tiempo y comencé a trabajar en eso. Mis primeras prácticas profesionales fueron en ese ámbito. A veces está un poco desacreditada esa área, pero con la persona que trabajamos siempre tratamos de darle un posicionamiento y aportar desde el punto de vista legal, entonces luego de esos 5 años cuando yo estaba tramitando en penal, redactando denuncias empecé a adquirir más destrezas en ese ámbito.

Luego llegó la época de la tesis, me costó harto sacarla porque como era un tema muy nuevo y abarcaba muchas áreas; civil, penal y administrativo entre otras, no tuvo muy buena recepción en el comienzo porque era muy complejo. Me costó conseguir un tutor que avalara la tesis hasta que lo encontré fue el Decano en ese entonces, Patricio Lazo. Así que empezamos a trabajar, salió todo bien, y después comencé con la práctica que fue lo último y la realicé en la corporación de asistencia judicial.  Fue una época compleja, porque recién egresada y de una me tiraron 60 causas y todas las carpetas. Obviamente hubo mucho nerviosismo pero ya cuando empiezas a leer las carpetas y te das cuenta que la Universidad te dio muchos lineamientos que al comienzo encuentras que no sirven, pero luego le encuentras su utilidad y todo funcionó.  Después salí de la  práctica, con buena calificación y ya me pude titular y empezar a ejercer.

3.- ¿Qué dificultades encontraste cuando ingresaste a la Universidad?

R: Mi primer inconveniente fue que, yo sentía que éramos tantos que la atención no podía ser lo personalizada que yo quería o esperaba que fuera, en lo que nos estaban entregando.  Entonces el académico hacia su exposición pero no estaba el flujo de conversación para realizar una conversación más profunda, porque obviamente cuando entras a una casa de estudios o ejerces cualquier actividad tu quieres tener un flujo de información o un feedback más directo.

Entonces costaba la parte de llegar al conocimiento de esa manera como uno tiene la expectativa. Eso  después con el tiempo se fue depurando en el sentido que hubo una salida de estudiantes muy grande, compañeros que se iban quedando atrasados por lo tanto los cursos se fueron achicando de hecho los que sacamos la carrera en los tiempos fuimos 6, de 150 salimos 6, por lo tanto ya después fue más fácil porque los grupos eran más pequeños y resultaba más fácil, hacíamos grupos de estudios, de debates y era mucho más asequible acceder al profesor y ahí se generaba una confianza cosa que al principio no se podía por el tema del número, yo creo que lo que más me costó fue eso, de sentirme impotente de encarar eso, pero obviamente es algo normal por el miedo a lo desconocido pero eso básicamente.

Ahora en el plano de las asignaturas la asignatura más compleja fue Derecho Tributario, porque básicamente uno viene con una formación humanista, entonces son aspectos que uno no maneja tan bien como los matemáticos o las personas que tienen facilidad para eso. Porque los números  los puedes salvar con la educación que tuviste en el colegio, con una calculadora, etc, pero acá, habían fórmulas, proyecciones, temas contables que del grupo que estábamos no alcanzábamos muy buenas calificaciones,  entonces esa fue una asignatura en la cual la vi muy dura y que casi reprobé, aunque finalmente logré superarla.

4.- ¿Cuál crees que fue el sello o las herramientas que te entregó haber estudiado en la Universidad de Antofagasta?

R: Primero el prestigio, siendo bien honesta, cuando tú presentas un curriculum inmediatamente te identifica y te da un plus, porque tiene su prestigio ganado, es una facultad de derecho no una escuela, entonces le da una prestancia distinta.  Lo otro en la parte humana, nunca me sentí excluida por el trato de los profesores, al contrario, obviamente hay maestros que son reticentes al contacto con el alumnado, pero otros eran muy cercanos, yo nunca hice amistad con ninguno, pero sí sentía esa confianza de que si no entendía algo, de tener un problema o de abordar el estudio de una forma más didáctica, yo sabía que había un académico me iba a recibir en su oficina y eso se valora mucho, porque yo he tenido conocimiento de que en otras universidades, privadas o públicas, no se da tanto eso existe una barrera importante entre el profesor y el alumno y eso impide o genera desconfianza en el proceso de enseñanza hacia el alumno porque a quién vas a recurrir sino, a tus compañeros pero no es lo mismo que vayas a la persona que es especialista, entonces yo tengo que agradecer la calidad humana que los profesores me dejaron en la formación y que se traslada a mi labor y quehacer profesional actual.

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