Entrevista a ex alumnos destacados

Nacido y criado en Antofagasta, es el segundo de 10 hermanos, hijo de un ingeniero metalúrgico que trabajaba en Chuquicamata y de una dueña de casa, educado desde siempre en liceos e instituciones públicas, entró a estudiar Ingeniería en la Universidad de Antofagasta, al séptimo semestre, decidió cambiarse a lo que realmente le apasionaba, pedagogía. Entro con el primer puntaje cuando se abrió la carrera el año 2001. Elegido como uno de los 100 grandes profesores para Chile del 2014, esta es la historia de Claudio Guerra, profesor de estado de 38 años que actualmente ejerce como evaluador en el Baptist College de Antofagasta.

 

1.- ¿Cómo fue tu experiencia estudiar en la Universidad de Antofagasta?

R: Muy buena, de hecho mi vocación se forma estando y haciendo la vida universitaria, gracias a maestros como Carmen Silva, Luis Manríquez, Domingo Gómez Parra, Alejandro Sepúlveda, quienes me formaron y fomentaron mi cariño como docente, por la responsabilidad que significa educar, hacer crecer a los alumnos en la parte cognitiva, los elementos de formación personal, etc. Hay mucho que se lo debo a la universidad, Mi perfil profesional, me lo otorgó esta casa de estudios.

2.- Cuales son las herramientas que te otorgó la Universidad para poder afrontar este desafío pedagógico.

R: Yo fui egresado de primera generación en pedagogía en educación general básica, entonces una de las cosas más importantes fue el entusiasmo que tenían todos los profesores. Éramos un gran grupo de compañeros todos con mucha vocación, y una de las herramientas fundamentales fue que hicimos practicas desde el primer año, de empaparnos de la carrera, del aula desde los primeros años, eso fue fundamental. A su vez el tema de la retroalimentación y la relación que teníamos con nuestros docentes, fue fundamental para poder desarrollarnos como educadores.

3.- El Ministerio de Educación otorga un premio anual denominado 100 grandes profesores para Chile. Tú fuiste uno de los seleccionados de este premio, ¿qué nos puedes contar sobre esto?

R: En el fondo ellos hacen una búsqueda según las características que ellos q consideraban esenciales, de profesores que estaban generando un sello en su manera de enseñar en el aula. Por ejemplo mi trabajo en la sala de clases siempre se trató de ser muy dinámico, el uso de las tecnologías, que al menos yo siempre las ocupo, pero también el desarrollo de las capacidades de los alumnos en las áreas del arte, y en general hacerlos participar, por lo tanto se producía un diálogo constante. Por lo tanto los resultados de esto, con mi grupo curso, según las mediciones que ellos manejaban, como resultados de pruebas estandarizadas como por ejemplo el SIMCE, eran muy buenas. A su vez la retroalimentación que teníamos tanto con la familia como con los alumnos, un apego bastante grande, lo que produjo resultados bastante buenos a la larga. Fuera de esto una de las cosas que aprendí aquí en la Universidad fue seguir perfeccionándome, de hecho hice mi pos título en matemática, y luego un magister en educación y el año pasado postulé al programa de los 100 directores de excelencia del ministerio que también gané la beca, y opté por hacer el diplomado que ofrecía la Universidad. Así que una de las cosas que agradezco es el vínculo que he tenido con la Universidad lo que me ha permitido a través de todos estos estudios, a realizar clases que se adecuen a mis alumnos. Actualmente estoy trabajando como evaluador en mi colegio, en el fondo es trabajar con los profesores el tema de la evaluación y de cómo podemos mejorar los procesos evaluativos.

4.- ¿Que mensajes le podrías enviar a los alumnos que ingresan a la universidad y que pasan por momentos delicados?

R: Yo también pase por esos momentos, bueno, es un caminar muy extenso, de altos y bajos que te acompañaran al igual que en la vida, entonces lo que les puedo decir es que uno tiene partir por una meta clara, eso quiere decir que desarrollar una carrera o ser profesional, significa pensar en el resto de tu vida, y eso tiene que llenarte y hacerte sentir una persona plena. De hecho una de las razones que hizo cambiar de Ingeniera a Pedagogía fue por lo mismo, quería algo que me llenara, algo que me hiciera trascender como persona. En el fondo tener una meta, y tener claro que es para desarrollar un proyecto de vida y eso es el impulso que te tiene que llevar a terminar. Y todo lo que hagas tienes que hacerlo sabiendo que en algún momento lo vas a utilizar para influir y ayudar a los demás. Hay cosas que no te van a gustar ramos que no serán de tu gusto y que quizás no le encontrarás sentido, pero que a la larga es parte de la misma historia.

About the Author /

comunicaciones@uantof.cl

X