
Asume nuevo vicerrector de investigación, innovación y postgrado de la UA
Dr. Marcelo Oliva, profesor titular, académico e Investigador del Instituto de Ciencias Naturales Alexander von Humboldt, de la Facultad de Ciencias del Mar y Recursos Naturales, con más de 30 años de trayectoria en la UA, es el nuevo Vicerrector de Investigación, Innovación y Postgrado.
El 24 de marzo mediante un Decreto Oficial, el Rector Luis Alberto Loyola nombró como Vicerrector de Investigación, Innovación y Postgrado, al doctor Marcelo Oliva.
Oliva es académico e investigador de la Facultad de Ciencias del Mar y Recursos Biológicos, con una trayectoria de 33 años dentro de la Institución, ha desarrollado su carrera en distintos ámbitos de las ciencias del mar. Destacando sus investigaciones sobre ecología y evolución de organismos marinos.
¿En qué etapa de su carrera académica lo toma este nombramiento?
“La carrera académica debe ser integral e incluir todos los aspectos a ella asociada, es decir investigación, docencia, extensión y también la administración académica, que debe ser un componente más para el desarrollo de un académico. Este cargo lo tomo como un nuevo desafío que me ofrece la UA. En este sentido es un reconocimiento a mis 33 añosde experiencia académica”
El Doctor Oliva ha asumido distintas responsabilidades desde que ingresó el año 1980 a la entonces sede Antofagasta de la Universidad de Chile, actual Universidad de Antofagasta. Entre otros cargos de administración académica, fue representante académico en la Honorable Junta Directiva de nuestra Universidad, miembro y presidente de la Comisión Base de Evaluación Académica de la Ex-Facultad de Recursos del Mar. Así como de la Comisión Superior de Evaluación Académica, Director del Instituto de Investigaciones Oceanológicas y Jefe de Carrera de Ecología Marina en varios periodos y Director de un Programa de Doctorado.
¿Qué sello espera dar a su gestión administrando una de las áreas prioritarias para la UA?
“Soy un convencido de que nuestra Universidad tiene todas las capacidades y potencialidades para desarrollarse al más alto nivel. Yo no acepto que por ser una Universidad regional no seamos capaces de proyectarnos como Universidad Compleja. El Grupo de Estudios Avanzados Universitas ha clasificado un total de 50 universidades chilenas en función de su proyección institucional. De ellas 19 fueron clasificadas como universidades docentes. En este grupo, hay solo dos universidades del CRUCH, 13 son clasificadas como universidades docentes con proyección en Investigación (8 de ellas del CRUCH). Mientras que en la categoría de universidades de investigación y doctorado selectivos, hay 12 Universidades. 8 de las cuales son miembros del CRUCH, entre ellas nuestra Universidad y finalmente 6 Universidades (todas CRUCH) son clasificadas de Investigación y Doctorado”.
“El que en las dos últimas categorías no figure la Docencia de pre-grado, no significa en absoluto que esta no es considerada, se da por entendido que la función Docente de pregrado en desarrollada con calidad en las dos últimas categorías. Más importante, de estas últimas 6 universidades, tres son de regiones, el corolario es simple: la excelencia no está sólo en Santiago y no soy capaz de identificar alguna razón por la cual nuestra Universidad no pueda escalar al nivel de excelencia y ser considerada como una Universidad Compleja”.
“Tengo claro que esta es una tarea de gran envergadura y cuyos frutos no será resultado de acciones de corto plazo, pero estoy convencido que fortaleciendo las áreas de Investigación y Postgrado y a partir de un diagnóstico profundo, seremos capaces de generar políticas de desarrollo en estas áreas que llevarán, espero en el mediano plazo, a nuestra Universidad a un sitial de excelencia”.
¿Cómo espera conseguir ese objetivo?
“Es claro que no hay razones por las cuales las universidades regionales no pueden avanzar en los rankings de calidad, al respecto, la Universidad de la Frontera está muy cerca de acceder a la calificación de Universidad e Investigación y Postgrado, de alcanzar ese objetivo, habrán más universidades complejas en regiones que en Santiago. De nuevo, Santiago no tiene la exclusividad en cuanto a Educación Superior”.
“Debemos potenciar aún más la Investigación, a través de políticas institucionales de largo plazo, que nos permitan dar un salto cuali y cuantitativo en esta área. Ya que la Investigación y el Postgrado están íntimamente ligados, ese salto en investigación debe necesariamente reflejarse en el área de Postgrado, que es nuestra debilidad en este momento. Es claro que el fortalecimiento del Postgrado, a través de nuevos programas acreditados de especialidades médicas, magíster y doctorado no es una meta a cumplir a corto plazo, es un proceso de mediano-largo aliento que hay que iniciar a la brevedad, se debe identificar aquellas áreas con mayores potencialidades y dar todas las facilidades para fortalecerlas, sin por eso dejar de lado aquellas áreas que no se ven aún bien posicionadas”.
“Estoy convencido que tenemos el capital humano para emprender esta tarea. Si bien durante la gestión del ex Vicerrector, Dr. Carlos Riquelme, se logró incrementar los índices de investigación, Oliva cree que se puede ir más allá, “de tal modo que si somos capaces de tener núcleos fuertes en investigación, la generación de nuevos programas de postgrado, es una consecuencia lógica”.
Los desafíos
El vicerrector destacó también la importancia de contar con buenos equipos de investigación, para desarrollar docencia de pregrado de mejor calidad. “Los académicos están más actualizados en sus áreas de conocimiento. Además debe existir una vinculación real y sólida entre el Pregrado y el Postgrado, no pueden ser actividades académicas aisladas una de otra”, señaló.
En el contexto del fortalecimiento del postgrado, ¿cuál será su principal misión?
“Espero poder sentar las bases en ese campo de acción, apuntando a fortalecer nuestros programas, así como generar nuevas ofertas de postgrado de calidad, para que en un futuro cercano podamos estar en el núcleo de universidades de excelencia del país. Lo que es también una visión que comparte el rector y que está en las bases del plan estratégico de la Universidad de Antofagasta”.
¿Qué papel tendrá la vinculación con el área de investigación?
“Yo soy un convencido de que la educación y divulgación científica es un elemento de nivel primordial. Si tú haces llegar la ciencia a distintos estratos de la sociedad, desde la educación básica por ejemplo, puedes motivar en una cultura del conocimiento, todo el proceso formativo de las personas. Un buen trabajo al respecto es el desarrollado por el Programa EXPLORA de valoración de la ciencia, que se desarrolla al alero de nuestra Universidad en la región”.
“Me encantaría que los académicos e investigadores sean capaces de divulgar su ciencia más allá de los canales normales de difusión como congresos científicos y publicaciones científicas, que están dirigidos a sus pares. Pero debemos llegar a los niños, a los estudiantes de educación media, a la sociedad en general, con temas que pueden parecer complejos pero llevados a un nivel entendible por todo el público. Por lo que una de las medidas será trabajar en conjunto con la Dirección de Vinculación y Comunicaciones para generar programas, en conjunto con EXPLORA, para fortalecer la divulgación de la ciencia. Hay muchas alternativas, herramientas tenemos y hay que comenzar a usarlas”.
¿Cuál espera que sea su mayor aporte?
“Mi mayor aspiración es colaborar activa y positivamente en el proceso iniciado por el Rector Dr. Luis Alberto Loyola cuyo objetivo es llevar a la UA a un nivel de excelencia con reconocimiento no sólo nacional, es una tarea que no lograremos a corto plazo, que exigirá importantes esfuerzos no sólo de las autoridades superiores, sino de todos los estamentos universitarios”.
“A modo de ejemplo, para acceder a la categoría de Universidad de Investigación y Postgrado, necesitamos no menos de siete doctorados acreditados en al menos tres áreas del conocimiento. En este momento contamos con tres doctorados acreditados y los tres pertenecen a distintas áreas del conocimiento. La implementación de un programa de postgrado, con potencialidades de acreditación, no es tarea de corto plazo, desde su génesis, elaboración del proyecto, aprobación, implementación y acreditación, toma quizás no menos de dos años. Por lo que mi intención es dejar encaminados los procesos para que la Universidad fortalezca distintas áreas. De modo tal que a mediano y largo plazo podamos generar los procesos y mecanismos para que en un futuro cercano logremos la excelencia y llegar al sitial que la Universidad de Antofagasta se merece”.