Microalgas: un camino hacia la diversificación productiva

 

  • Investigadora del CBIA explicó paso a paso el proceso para obtener las muestras, cultivar, cosechar y utilizar las microalgas.

Hoy las microalgas forman parte de muchos procesos biotecnológicos. Están presentes en la producción de alimentos, fertilizantes, productos de belleza, diversos materiales industriales e incluso en la industria textil, donde son usadas como pigmentos naturales.

Frente a ese tremendo potencial, el cual, seguramente seguirá desarrollándose en el futuro, es natural preguntarse cómo se obtienen dichos microorganismos, y algo incluso más importante, cuál es el proceso para multiplicarlos en los laboratorios, y así buscar y escalar en nuevos posibles usos biotecnológicos.

Para responder esas preguntas y conocer más sobre el interesante proceso, conversamos con la encargada del Laboratorio de la Unidad de Microbiología Aplicada del Centro de Bioinnovación de Antofagasta, CBIA, Loreto Cavieres, quien además realiza el control de la calidad de la biomasa que se genera en esta unidad científica. 

¿Cómo obtienen las microalgas?

Primero, vamos a ciertos lugares de interés, que pueden ser por ejemplo, el mar o las aguas continentales, como ríos, lagunas, humedales  o vertientes. Luego, traemos la muestra a nuestro centro, donde se siembran en placas con agar y el medio de cultivo para el crecimiento de las microalgas. A continuación, comienzan a desarrollarse  las colonias de microalgas. En estas, pueden haber diferentes tipos, entonces hay que diferenciarlas por sus características específicas, como color, tamaño y forma.

Luego, las que son de interés para nuestras investigaciones, las ponemos en un matraz de 100 milímetros con el medio de cultivo, donde crecen con luz y temperatura controlada. Si  superan esta etapa, las llevamos a un matraz o balon de 2 litros para continuar el proceso.

En esa etapa, investigamos y analizamos el cultivo para ver si es monoalgal o hay más elementos, y junto con eso, cuál es la concentración de biomasa que genera la microalgas de interés.

¿De qué manera se produce el escalamiento de los cultivos?

Cuando pasamos los cultivos a los envases de 20 litros, y posteriormente, ya fuera del laboratorio a sistemas de cultivos planos o raceway, ya hablamos de un escalamiento mayor. Sin embargo, para el uso de una investigación o aplicación industrial, debemos llegar a cultivarlas en fotobiorreactores de 7 a 13 m3 de capacidad.

¿Cómo se cosechan las microalgas?

Por medio de centrifugas donde separamos el agua de la biomasa, la cual, queda en estado de pulpa que secamos, y así obtenemos la harina microalgal. En este compuesto, encontramos altos porcentajes de proteínas, lípidos o pigmentos, como por ejemplo, la Luteína. 

¿Las microalgas son beneficiosas para los procesos industriales?

Sí, mucho. Por ejemplo, para remediar aguas servidas, pues las microalgas crecen en ese entono y eliminan los contaminantes como los coliformes fecales, el nitrógeno y el fosforo. Además, en el caso del CBIA, generamos en el proceso un subproducto que sirve como fertilizante y bioestimulante, entonces no queda ningún pasivo ambiental, apuntando a la producción limpia y economía circular.

También se investiga actualmente, la capacidad de algunas microalgas para remediar  los metales pesados, como el arsénico y otros contaminantes.

¿El clima del Desierto de Atacama favorece el crecimiento de los cultivos?

Tenemos un clima privilegiado con alta radiación solar y poca humedad. Además, debido a la geografía, existen grandes espacios físicos donde se pueden desarrollar escalamientos industriales de microalgas. Respecto al CBIA, como estamos en el Campus Coloso de la Universidad de Antofagasta, tenemos acceso al agua de mar fácilmente, y ahora para nuestra investigación sobre tratamiento de aguas servidas, podremos utilizar las que produce este campus.

 

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David.pasten@uantof.cl

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