Casos de VIF en la región aumentaron a niveles récord durante la pandemia

En 2021 se registraron 5.598 denuncias en la región y 3.450 en la comuna de Antofagasta. Especialistas de la UA analizaron el fenómeno, que tiene como principales víctimas a las mujeres.

 

La Violencia Intrafamiliar (VIF) parece ser otra de las consecuencias no sanitarias que nos está dejando la pandemia que durante los últimos dos años afecta al mundo, y que se ha traducido en largos periodos de encierro, detrimento económico, angustia y una serie de otras alteraciones para muchas familias.
Así se desprende de las estadísticas que publica la Subsecretaría de Prevención del Delito del Ministerio del Interior, las cuales muestran que en 2021 las denuncias por VIF dieron un importante salto a nivel local, poniendo fin a un periodo de cifras más bien estables.
Según los datos de la cartera, el año pasado la región tuvo 5.598 reportes policiales por este delito, lo que significa 30% más que en 2020 (4.274 casos) y la segunda mayor cifra desde 2005, cuando comenzó el registro, sólo superada por el dato de 2011.
En la comuna de la Antofagasta el crecimiento de las denuncias fue porcentualmente mayor, pues en 2021 se conocieron 3.450 casos de VIF, con un alza de 36% respecto a 2020 (2.535 denuncias). En lo que compete a Antofagasta, se trata de la cifra más alta en 16 años de estadísticas.
El reporte complementa que la mayoría de las denuncias de 2021 fueron recibidas en el segundo semestre, con peak en los meses de noviembre y diciembre, y las más afectadas por los casos de VIF fueron las mujeres, con el 79% de las denuncias recibidas.
Respecto a las detenciones, el Ministerio del Interior informa que 1.625 personas fueron aprehendidas en la región por este delito el año pasado, esto es 87 personas más que en 2020.

PSICÓLOGO
El doctor en Psicología y académico de la Universidad de Antofagasta, Milenko del Valle, explicó que la violencia intrafamiliar es un fenómeno que se ha extendido en nuestro país los últimos años y se profundizó durante la pandemia.
Entre sus causas, Del Valle mencionó inestabilidad emocional y psicológica, inseguridad laboral y social, altos niveles de estrés y ansiedad, consumo desmedido de alcohol y drogas, relaciones familiares tóxicas, convivencias forzadas y otros factores de naturaleza cultural.
“La pandemia y los periodos prolongados de confinamiento profundizaron y agudizaron las causas que explican la VIF. Las relaciones forzadas, el estrés acumulativo y la falta de comprensión y capacidad para resolver conflictos fueron factores que influyeron en el aumento de la violencia, seguramente debido a espacios que gatillaron y multiplicaron el problema, pero que en nada justifican su ocurrencia y frecuencia”, sostuvo el especialista.
Del Valle precisó que en el aumento de las denuncias influyen además factores como la mayor comprensión del tema, al aumento de los servicios de apoyo y orientación, así como las campañas de prevención y concientización sobre este fenómeno.

CENTRO
En Antofagasta este año abrió sus puertas el Centro de Atención y Reparación Integral (CARI) “Eloísa Zurita Arriagada”, que atiende a mujeres víctimas de violencia de género grave y es administrado por la Universidad de Antofagasta, con dependencia del SernamEG.
La coordinadora del centro, Betsabé Galaz, explicó que la pandemia ocasionó un fenómeno complejo, pues debido a los confinamientos se produjo una convivencia forzosa entre la persona que ejercía la violencia, y sus víctimas, lo que generó condiciones poco favorables para la denuncia.
Por ende, Galaz cree que es muy probable que exista un índice de no denuncia elevado, que recién se está transparentando ahora que las condiciones son de mayor normalidad.
“En la actualidad estamos viendo los datos, pero la violencia estuvo ahí durante la pandemia, solo que había un contexto psicológico y físico que pudo afectar la realización de la denuncia. Al menos en lo que hemos visto en nuestro CARI, en los casos que nos llegan derivados, tenemos reportes que hacen mención a ello”, señaló.
La encargada manifestó que otro de los aspectos más preocupantes del fenómeno actual es la mayor severidad de los casos de violencia que se están observando, y que tienen su máxima expresión en los intentos de femicidio.
“Nosotros comenzamos a atender en enero y las primeras tres mujeres derivadas, llegaron por casos de femicidio frustrado, que son los casos más graves que vemos y los que requieren mayor intervención, porque nuestro centro está enfocado a una violencia mayor de género”, señaló.
Galaz contó en el lugar, las mujeres han recibido apoyo de un equipo compuesto por psicólogas, trabajadora social, psiquiatra y abogada, además de apoyo administrativo, lo que permite una intervención reparatoria integral de las víctimas.
Respecto a la evolución del fenómeno, la coordinadora dijo que la violencia es un fenómeno que tiene raíces profundas en la sociedad, por lo que se requieren intervenciones profundas para abordarlo y comenzar a reducir las cifras que se están observando, tanto en el contexto intrafamiliar, como en el escolar, social y otros donde también se observa aumento de violencia.

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