Entrevista a titulados destacados, Senador y abogado de la UA Pedro Araya Guerrero

“El hecho de que la UA tenga una marcada vocación por la educación pública, marca un sello distintivo porque tiene un compromiso social”

 

Nacido en la ciudad de Antofagasta, estudió toda su vida en el colegio San Luis, al egresar de la enseñanza media, ingresa estudiar periodismo, debido a que había trabajado en la televisión educativa. Una vez en la carrera se da cuenta que no era lo suyo.

Pero no todo fue en vano, dentro de la malla curricular de la carrera había un ramo que tenía que ver con derecho y le llamó mucho la atención, decidió dar la Prueba de Aptitud Académica (PAA) e ingresó a la Universidad de Antofagasta a la carrera de Derecho, Es hijo del recordado alcalde de la ciudad que lleva su mismo nombre, y una profesora de estado que trabajó toda su vida en la educación pública,  mayor de tres hermanos, y Senador por la Región de Antofagasta. El alumno titulado destacado de esta edición es el Senador y abogado de la UA Pedro Araya Guerrero.

1.-  ¿Qué valores le entregaron sus padres en la formación académica y valórica que influyeron en su quehacer?

R: A mí en lo particular me tocó vivir la niñez y parte de mi juventud en la época de la dictadura que fue muy complejo para el país. Entonces los valores que uno recibía de la familia eran muy importantes, especialmente el testimonio que entregaban mis padres, que a pesar de la época difícil que nos tocó vivir, siempre tuvieron una palabra de aliento y un apoyo a los que estaban pasándola mal. Mi padre habiendo sido preso político en esos tiempos,  le ofrecieron irnos a vivir al extranjero después de quedar en libertad y nunca se quiso ir.  Prefirió  quedarse, para luchar y trabajar por Antofagasta, entonces, tuvimos la visión de él y la de mi  madre que además hacia clases en un Liceo, de cómo había que tratar de ayudar a otros, de cómo había que impregnarse en los valores que el país necesitaba que eran la solidaridad, la libertad etc. Asi que tuvimos una formación muy fuerte en ese ámbito.

 2.- Que recuerdas de los años como estudiante de la Universidad de Antofagasta

R: Los años en la UA fueron muy buenos, en los cuales, primero que todo tuvimos una formación académica y profesional muy buena, porque cuando yo ingresé a estudiar derecho, éramos la primera promoción. En esa época era un proyecto que estaba naciendo en la universidad que más encima tenía el apoyo de la Universidad de Chile que era como una suerte de tutora de la UA, por lo tanto, uno sentía que estaba partiendo en un proyecto nuevo que tenía la universidad que después se fue consolidando en el tiempo entonces fue una época muy buena. Nosotros siempre conversamos con los compañeros de  generación, que fuimos los fundadores de lo que fue la escuela de derecho. Con nosotros se hicieron todos los experimentos habidos y por haber, en orden al tipo de profesor, las mallas los exámenes etc. Además fue un tiempo de mucha convivencia porque como éramos una generación muy pequeña nos conocíamos todos, conocíamos a los profesores, había buen ambiente académico teníamos maestros de muy buen nivel que estaban muy involucrados en el proyecto, asi que fue una muy buena experiencia, a diferencia de lo que uno ha podido conversar con generaciones que vinieron después, ya que la escuela creció bastante más. No era la misma relación que hubo con las 4 primeras cohortes de la carrera.

3.- ¿Cuáles fueron los momentos más complejos que le tocó vivir en la Universidad?

R: Lo más complejo de lo que significa entrar a estudiar a la universidad es el tránsito que se produce entre el colegio y la educación superior. Cuesta hacer el cambio de switch de lo que es la responsabilidad, de lo que es asumir personalmente el estudio, de no tener a nadie encima de ti viendo si fuiste o no fuiste a clases, de si estudiaste o no. Para mí lo más complejo fue y me atrevo a decirlo, de muchos de mis compañeros y generaciones posteriores, la asignatura de Historia del derecho con Jose Luis Guzmán. Quienes tuvieron la oportunidad de conocerlo en la facultad, saben que era un excelente académico pero muy exigente. Entonces eso fue lo que más me costó al comienzo, poder adecuarme a la mano de ciertos profesores, conocer sus estilos etc. La única asignatura que reprobé fue Derecho Tributario porque nunca me gustó en verdad. En ese tiempo tenía la particularidad que era la única asignatura que no atrasaba así que hice dos veces tributario y la segunda la aprobé. Pero no hubo caso, no era lo mío.

4.- ¿Qué valores cree usted que le entrego la Universidad en su quehacer académico, profesional y después en su formación política?

R: lo Primero, decir que nosotros recibimos una formación académica bastante sólida,  especialmente en áreas en las que uno tenía mayor interés y que uno lo nota en las discusiones jurídicas que uno puede tener, que hay también una buena formación profesional, que hubo un trabajo importante de los profesores de poder transmitir los conocimientos y que se evaluaran esos conocimientos.  En el plano personal, de poder compartir con  personas de otros estratos sociales, de distintas partes del país, con realidades diferentes a las que uno tenía, generan en la Universidad de Antofagasta una pluralidad que yo no he visto en otras universidades. A mí me ha tocado estar en otras casas de estudios y no se ve eso. El hecho de que la UA tenga una marcada vocación por la educación pública, marca un sello distintivo porque tiene un compromiso social. Yo recuerdo que esos tiempos siendo estudiante de derecho, se organizaban trabajos voluntarios, incluso fuimos en clínicas jurídicas a los pueblos del interior, marcando una vocación social, una vocación de trabajo comunitario en una profesión a veces es tan individualista como el derecho. En el ámbito político obviamente que me marcó. A mí me tocó presidir el Centro de Alumnos de la Universidad cuando recién se estaba formando. Nuestra facultad por ejemplo, era mirada como bicho comparada con el resto de las facultades, porque, como mayoritariamente eran representantes de las ingenierías o de las matemáticas, nosotros éramos la facultad más chica, además ese tiempo cuando se crea el Centro de Alumnos  éramos un curso pequeño e ir al tema del centro de estudiantes, participar en los debates, sumado a que en esos tiempos estábamos recién volviendo a la democracia, se buscaban cambios en la universidad, fue bastante convulsionada, pero uno con eso aprende, aprende a conocer a la gente, a los distintos dirigentes, sus estilos de negociación y en eso la universidad entrega una formación que no está en la malla curricular.

5.- ¿Qué consejo le darías a los estudiantes que ingresan a nuestra casa de estudios a estudiar derecho?, siendo esta reconocida como una carrera que involucra mucha dificultad y sacrificio.

R: El único consejo es que les puedo dar es que sea disciplinados, y que tiene que gustarte leer. Si no tienes disciplina cuando empiezas a estudiar te cuesta mucho tomar el ritmo, sobre todo con el volumen de materias que después tocan cada vez que hay evaluación. Entones si te haces el hábito de poder estudiar todos los días una cantidad de tiempo las materias se hace más llevadero. Pero si te dejas estar y lo hacen a última hora se hará muy difícil. Por eso la disciplina es fundamental.

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