Columna: El Árbol de la Vida
Dr Cristina Dorador Ortiz
Profesor
Asistente
Laboratorio de Complejidad Microbiana y Ecología Funcional
Si leemos algún libro de Biología actual nos encontraremos con que la diversidad de especies está organizada en el “árbol de la vida”, el cual contiene tres ramas principales, los llamados “dominios de la vida”.
Esta proposición de relaciones evolutivas entre los organismos, se debe al trabajo pionero en el año 1977 del Dr. Carl Woese y colaboradores, quienes propusieron la existencia de un tercer dominio de la vida, el dominio Archaea, lejano del dominio Bacteria y del dominio Eucaria (donde se encuentran organismos superiores como animales y plantas).
Los microorganismos, es decir, aquellos organismos que no pueden ser vistos por el ojo humano, constituyen la mayor diversidad biológica en la Tierra. Comúnmente nos referimos a ellos como bacterias, las cuales a su vez, tienen frecuentemente una connotación negativa.
Sin embargo, es importante precisar que los microor
ganismos (incluido el dominio Archaea) son las formas vivientes más primitivas y cuya función en los ecosistemas es fundamental para la mantención de la vida en nuestro planeta. El hombre también puede ser considerado un ecosistema, donde cohabitan los tres dominios de la vida, con una microbiota diversa que tiene un rol esencial.
El Dr. Carl Woese ha fallecido recientemente a la edad de 84 años.
Su revolucionaria contribución científica lo ubica, sin duda, dentro de los grandes pensadores de nuestro tiempo, pues él sin los avances tecnológicos existentes en la actualidad, pudo reconocer formas de vida diferentes a las ya conocidas y plantear una nueva manera de ver el desarrollo de la vida en el planeta.