Joven profesional de la UA obtiene beca para estudiar en Alemania
Por D.Pasten.
El desafío profesional más grande de su vida enfrentará a contar de octubre la joven biotecnóloga de la Universidad de Antofagasta Alexa Garín Fernandez (24 años), pues deberá trasladarse hasta Alemania para en primer instancia aprender el idioma, y posteriormente, en abril de 2014, comenzar un doctorado en Ecología Microbiana Marina en el Instituto Max-Planck en Jacobs University of Bremen.
Respecto a esta gran oportunidad que se le presenta, la joven no puede esconder su ansiedad, especialmente por “pasar a ser parte de un equipo de investigación en un centro tan importante. Espero poder desempeñarme lo mejor posible y adquirir nuevos conocimientos, tanto sobre mi tema de investigación, así como de la cultura y visión de vida de los alemanes”, sostuvo.
La “Beca de investigación para Doctorandos y jóvenes científicos” otorgada por el Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD), incluye los gastos necesarios para vivienda y los estudios, además de un curso de alemán por seis meses esto aunque el programa se dicta en inglés.
“Me enteré de estas becas gracias a la profesora Dra. Cristina Dorador Ortiz, quien desde siempre nos ha apoyado e incentivado a perfeccionarnos y seguir estudiando”. Se debe destacar que la doctora Dorador cursó precisamente su postgrado en esta misma institución germana.
Perspectivas
Respecto a las perspectivas científicas que le gustaría asumir durante su doctorado, Alexa plantea que es la Ecología Microbiana el área que más le atrae.
“Me gusta trabajar en identificar qué microorganismos se encuentran presentes e intentar comprender como se relacionan dentro de un ambiente para así buscar aplicaciones biotecnológicas sustentables en el tiempo. Esta es un área que hace falta investigar en un país con ecosistemas tan únicos como Chile”, explicó la joven científica.
Para finalizar, señala desde ya que una vez que termine su doctorado, su intención es volver a Chile. “Deseo ser un aporte a la investigación en Chile, sin olvidar la docencia y el rol social del científico”, sostiene.
