Infectólogo y viruela del mono: “Con las medidas adecuadas, se puede contener”

Dr. Francisco Salvador, del Hospital Clínico de la Universidad de Antofagasta, explicó los riesgos de esta enfermedad, que ya está presente en Argentina y tiene casos sospechosos en Perú y Bolivia.

El 7 de mayo Gran Bretaña confirmó los primeros casos de la viruela del mono en Europa, desatando una nueva alerta mundial, amplificada por la experiencia de la actual pandemia, con la cual de inmediato se le comparó. Pero lo cierto es que esta enfermedad, que ya está presente en Argentina y cuenta con casos sospechosos en Bolivia y Perú, tiene grandes diferencias con el Covid-19.

En principio, la viruela del mono no es una enfermedad nueva, sino que lleva décadas entre nosotros, principalmente restringida al continente africano, donde fue detectada por primera vez en 1970, en un niño de la República Democrática del Congo. Sin embargo, lo más importante es que posee una capacidad infecciosa muy inferior al SARS CoV-2, sumada a una detección y trazabilidad más sencilla y un tratamiento farmacológico conocido y efectivo.

Por todo esto, la viruela del mono difícilmente tendrá las consecuencias planetarias del coronavirus, asegura el académico de la UA y médico infectólogo del Hospital Clínico de esta casa de estudios, Dr. Francisco Salvador Sagüez, quien explica que, con las medidas adecuadas, esta patología es posible contenerla.

¿Qué es la viruela del mono y desde cuándo existe?

La viruela del mono es una infección zoonótica, es decir, una enfermedad que puede transmitirse entre animales y seres humanos causada por el virus monkeypox, que pertenece a la familia orthopoxvirus, el cual genéticamente está relacionado con los virus variola y vaccinia. Debemos considerar que este virus existe desde tiempos inmemoriales, pero de alguna manera fue ocultado por la viruela humana y solo se le identifica por la baja de casos secundaria a la vacunación contra esa enfermedad. Se sabe que la viruela del mono se descubrió en 1958, en dos cohortes en serie de monos cynomolgus (mono cangrejo) enviados desde Singapur a Dinamarca. Afectó entre el 20 y 30% de los animales de esos cargamentos.

¿Cómo se contagia?

La viruela del mono se transmite a través de la mordedura o contacto directo con sangre, fluidos corporales o lesiones de animales infectados, habitualmente roedores o monos, incluyendo comidas que contengan tejidos de estos animales. Ahora, el salto de humano a humano se produce por gotitas respiratorias, fluidos corporales, entornos u objetos contaminados por el paciente infectado. También por el contacto con las lesiones que se presentan en la piel y, finalmente, por transmisión sexual. De hecho, esta última vía fue el principal mecanismo de transmisión del brote actual.

¿Cuáles son sus síntomas?

Los síntomas iniciales incluyen fiebre, calosfríos, cefalea, letargia, mialgias, dolores musculares y aparición de linfoadenopatías, que vendrían siendo ganglios palpables. Entre el primer y tercer día de la aparición de los síntomas, se presenta un exantema, que es una lesión cutánea, muy parecida a una varicela, con varios campos de evolución, vesículas, pápulas, pústulas y costras. Este exantema se extiende desde la cara a otras partes del cuerpo, con compromiso de las mucosas de la faringe y conjuntiva de los ojos. La duración de la enfermedad puede variar entre dos a cinco semanas.

¿Es una enfermedad mortal?

En algunas series de casos, como en Zaire, en 1981, hubo 338 casos y murieron 33 personas, aunque en general su mortalidad varía entre 1 a 5%, pero es importante explicar que nadie ha fallecido por este virus fuera de África.

¿Qué nivel de protección entrega la vacuna que se aplicó hasta el año 1977 a la población chilena?

Un alto nivel de protección. El virus de la viruela es ADN, por lo que tiene muy pocas mutaciones. Se estima que la vacuna brinda un 85% de protección contra la viruela del mono.

¿En qué situación sanitaria o riesgo epidemiológico se encuentran las personas que no cuentan con esa vacuna?

Depende de la exposición. Como dijimos, para contagiarse se requiere contacto o consumo de animales infectados, lo que en Chile no se da, o bien contacto estrecho con personas que tengan la enfermedad. Por eso las medidas de distancia física, uso de mascarilla y protección ocular, además del lavado de manos, siguen plenamente vigentes, es decir, no deberíamos tener problemas si mantenemos lo que hemos dicho desde el inicio de la pandemia de SARS CoV-2.

¿Quiénes están en riesgo de contraer esta viruela entonces?

Las personas que tienen un nexo epidemiológico con un caso probable o confirmado de viruela del mono en los 21 días anteriores al inicio de los síntomas. Con el aumento de los viajes, puede existir un aumento de los contagios, sobre todo entre quienes se desplazan a países endémicos, pero no será de la misma gravedad del covid. Por supuesto las personas que no fueron vacunadas hasta 1977 contra la viruela humana tienen un mayor riesgo de contraerla. Los inmunodeprimidos, sobre todo los pacientes portadores del VIH, que tengan exposición, son también un grupo de riesgo.

¿Qué podemos hacer para prevenir infecciones?

Se debe evitar el contacto estrecho y, sobre todo, íntimo, con personas que han estado en los lugares mencionados, además de mantener medidas como el distanciamiento físico de 2 metros, uso de mascarilla N95 y antiparras si se está en contacto con los aerosoles de pacientes que están en sospecha.

¿Existe el riesgo que se convierta en un brote más grande?

Es difícil que escale a un brote mayor, dado que su R0, que es el número que representa la transmisibilidad de una enfermedad infecciosa, es bajo, cercano a 1, a diferencia del covid, que con Ómicron llegó a 10. Además, hay vacunas aprobadas por la Organización Mundial de la Salud que se pueden utilizar rápidamente si es necesario, aunque habría que importarlas, y existe un tratamiento farmacológico conocido y efectivo contra la enfermedad.

¿Qué se sabe del brote?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó el martes 24 de mayo que existen más de 250 casos de viruela del mono en 16 países, pero, insisto, es una enfermedad que se puede contener con las medidas de prevención indicadas.

 

 

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