UA está presente en histórica expedición “Atacama Hadal”

  • Científicos descenderán a la Fosa de Atacama (8 mil metros de profundidad) para investigar la fauna y “mapear” el fondo marino como avanzada de un proyecto que estudiará el  origen de los sismos.

Gracias a una invitación  del Instituto Milenio de Oceanografía (IMO), de la Universidad de Concepción y al financiamiento del explorador estadounidense Víctor Vescovo,  el investigador y académico de la Universidad de Antofagasta, doctor Marcelo Oliva, es parte nuevamente -al igual que en 2018- de la expedición “Atacama Hadal”, durante la cual, los científicos tendrán la oportunidad de descender al abismo de la Fosa de Atacama a bordo de un moderno submarino.

De esta forma, los 38 tripulantes y 14 científicos partieron en el barco científico  “DSSV Pressure Drop” rumbo a la Fosa de Atacama cuya profundidad máxima se encuentra frente a la ciudad de Antofagasta. Esta es la segunda aventura de este tipo, sin embargo, en esta oportunidad, se contará con el sumergible “DSV Limiting Factor”.

En conversación con Prensa UA, Víctor Vescovo, se refirió a los motivos por los cuales financia estas expediciones científicas. “Siempre quise ser explorador, así que como la NASA va al espacio, yo comencé a estudiar  el universo que está en los océanos del planeta. Me gustan los desafíos, y el mayor en este trabajo fue construir el submarino para descender a esas profundidades”, señaló. 

Por su parte, el doctor Marcelo Oliva, comentó que el objetivo central es complementar la información obtenida el 2018, y sumar, la captura de algunos peces gracias a un sistema de trampa. “Además, gracias a la tecnología del barco haremos un mapeo del fondo marino para el proyecto IDOOS, iniciativa que establecerá el primer sistema de observación anclado en el océano profundo, para estudiar aspectos físicos, químicos y biológicos de esa zona, así como el desplazamiento de las placas tectónicas”.

Agregó que para la Universidad de Antofagasta “es un orgullo participar en este hito mundial de la investigación marina”.

Rubén Escribano, subdirector del IMO, señaló que esta expedición tiene relevancia mundial, pues cualquier nuevo organismo vivo que se encuentre a esa profundidad es de mucha importancia para la ciencia. “Es como ir a otro planeta prácticamente. Queremos hacer tres o cuatro inmersiones hasta los 8 mil metros, en el submarino van dos personas; un piloto  altamente especializado y un científico chileno”, precisó.

“Es una oportunidad única y estamos muy ansiosos, pues hemos dedicado nuestra vida a estudiar el mar”, puntualizó el destacado profesor y científico nacional.

Colaboración

El “DSSV Pressure Drop” comenzó su viaje en Valparaíso para luego atracar en Antofagasta. Una vez culminada la expedición en la fosa, los científicos chilenos desembarcarán en el puerto de Arica en unos 10 días más.

Este hito de la investigación científica nacional, también es fruto de la colaboración y vinculación entre varias universidades, entre ellas, las universidades Austral, de Antofagasta y de Concepción, agrupadas bajo el Instituto Milenio de Oceanografía (IMO).

“El trabajo de este instituto y las universidades es de excelencia, se encuentra en la llamada Ciencia de Frontera y se logra con un gran esfuerzo, tanto del sector público como del privado”, indicó al respecto la vicerrectora de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Concepción, Andrea Rodríguez.

Por su parte, el director de Gestión de la Investigación de la UA, Luis Medina, junto con destacar el hecho histórico que el plantel regional sea parte de la expedición, resaltó que además implica un reconocimiento a la trayectoria de los investigadores de la universidad, en este caso, del doctor Marcelo Oliva.

“Ese prestigio genera una gran vinculación. Es un trabajo de años el que permite que nuestra universidad participe en esta expedición colaborando con otras instituciones. No es la primera vez que lo hacemos, y seguramente se seguirán abriendo nuevos espacios de trabajo”, manifestó.

Experiencia

Durante la expedición del 2018, se obtuvieron datos sobre el ADN ambiental, así como imágenes de especies y organismos extremófilos que habitan en lo más profundo de la fosa. De hecho, se descubrió una nueva especie de crustáceo bautizado como “Eurythenes Atacamensis”.

La estudiante de post doctorado del Instituto Milenio de Oceanografía, Carolina González, comentó a Prensa UA que la experiencia de ser parte de la expedición es “única y fundamental” para sus estudios de Genética de Zooplancton. “Es la primera vez que me embarco hacia la fosa, aunque anteriormente trabajé con las muestras que trajeron el 2018”.

Respecto a la metodología de trabajo, la científica la resumió de la siguiente manera “primero, tomamos las muestras de agua, después las filtramos y llevamos al laboratorio. En marzo de este año, extraeremos el ADN y comenzamos los análisis bioinformáticas, los cuales después de 60 días, podrían arrojar los resultados sobre qué organismos viven en ese fondo oceánico”, finalizó.

La expedición también recibió el apoyo del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de Chile. Toda la travesía, será grabada y posteriormente exhibida en un documental, al igual que la que tuvo lugar en 2018.

About the Author /

David.pasten@uantof.cl

X