Depresión, debilidad y pérdida de movilidad persiguen a pacientes recuperados del covid

*Muchas personas que sufrieron la enfermedad luchan ahora por superar sus secuelas. Programa del HCUA las acoge y las ayuda con un trabajo multidisciplinario.

Trabajo de rehabilitación post Covid-19

Leandro Müller estuvo 60 días en cama en su hogar con recaídas, malestares gástricos y alta temperatura tras contagiarse con SARS-CoV-2. Y aunque superó el virus, las secuelas se han hecho sentir: 10 kilos menos, pérdida del tono muscular y una inflamación pulmonar en tratamiento. “Lo más complicado son los dolores y el cansancio que uno experimenta”, señala.

De ser un hombre acostumbrado a viajar por temas de negocios, montañista y amante de los deportes extremos, a sus 37 años pasó a ser unos de los primeros usuarios del Programa de Rehabilitación Post Covid-19 que se realiza en el Hospital Clínico de la Universidad de Antofagasta.

El paciente relata que días después de una expedición laboral que realizó por Santiago en mayo del año pasado, comenzó a vivenciar la pérdida de olfato como primer síntoma del coronavirus. Desde ahí estuvo en la soledad de su casa experimentando todos los malestares generados por la enfermedad. “Me acerqué dos veces al Hospital Regional para que me hospitalizaran, pero no pude ingresar porque la prioridad era la población adulto mayor”, explica Müller, quien recuerda que toda su familia estaba angustiada porque en aquellos meses estaban saliendo a la luz las primeras víctimas fatales de coronavirus en el país.

Intenso trabajo de rehabilitación realizan los pacientes post Covid en el HCUA

Intenso trabajo de rehabilitación realizan los pacientes post Covid en el HCUA

La enfermedad además tuvo efectos en la salud mental y Müller cayó en una depresión que hasta el día de hoy lo afecta. “Todo lo que ocurre te deprime, porque uno deja de hacer cosas habituales por el cansancio y las molestias. Yo soy trabajador independiente y lo que hago diariamente es lo que percibo y eso afecta psicológicamente”, reflexiona.

Sin embargo, la secuela más complicada que ahora sufre es la inflamación de un alvéolo pulmonar, que es el área donde se produce el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono durante la respiración. “Ahora estoy en tratamiento por la inflamación, además tengo ácido úrico, dolor de huesos. Y antes me resfriaba tres veces por semana, caminaba una cuadra y me cansaba de inmediato. Mi vida ya no será la misma”, profundiza.

La directora del Programa de Rehabilitación Post Covid-19 del Hospital Clínico de la Universidad de Antofagasta, Valeria Páez, dijo que los pacientes que llegan al programa normalmente sufren de falta aire, pérdida fuerza, trastorno de memoria y estrés post traumático.

“En cuanto a Leandro, él tenía bastantes secuelas pulmonares. En la primera semana duraba ocho minutos en la bicicleta, pero después de tres semanas está realizando 30 minutos de ejercicio con alta intensidad; además, cumple con su pauta para el hogar y ha aumentado su fuerza muscular. Sin embargo, lo más importante es la continuidad y frecuencia de las terapias para tener resultados definitivos”, comenta la Kinesióloga.

Páez agrega que el proceso de recuperación de los pacientes que tuvieron covid debe considerar un trabajo multidisciplinario, donde participen especialistas en nutrición, psicología, fonoaudiología, terapeuta ocupacional, kinesiología y médicos.

“En mayo de este año comencé con síntomas. Recuerdo que me levanté y me subí solo al auto para ir al hospital, no tuve complicaciones para manejar, pero cuando llegué me intubaron de inmediato”, describe Fernando Arcila Castillo, de 72 años, otro paciente en proceso de rehabilitación.

Arcila estuvo dos meses boca abajo conectado a un ventilador mecánico, y debido a la escasez de camas críticas, fue trasladado del Hospital de Salamanca al de Coquimbo.
Pese a su delicado estado de salud, logró salir adelante, y hace menos de un mes recibió su alta médica y se trasladó a Antofagasta para estar con su hija y recuperarse de las secuelas que dejó el coronavirus, entre las que se cuentan dificultades para desplazarse.

“Por el Covid-19 perdí coordinación, fuerza y estabilidad en casi todo el cuerpo, me cuesta caminar solo y hacer algunos movimientos con el brazo. Pero llevo cuatro sesiones con este equipo maravilloso del Hospital Clínico y ya he tenido cambios importantes, por ejemplo, ahora puedo pararme de la silla sin la ayuda de nadie”, destaca el paciente.

El kinesiólogo encargado del área de neuro rehabilitación del Programa, Andrés Ardiles Vera, explica que las dificultades de movilidad son una consecuencia frecuente del covid, que se puede dejar atrás con terapia. “Nuestra principal tarea es trabajar en los trastornos asociados del déficit del control motor del paciente, básicamente el equilibrio dinámico y estático, además, de la marcha independiente. Fernando llegó muy inestable y a pesar del poco tiempo que llevamos, notamos un gran avance”, detalla el especialista.

El Programa de Rehabilitación Post Covid-19 está dirigido a personas mayores de 18 años que padecieron la enfermedad y requirieron hospitalización, en cualquier nivel.

Los pacientes son atendidos por profesionales de kinesiología, nutrición, psicólogos, médicos, fonoaudiólogos y terapeutas ocupacionales en instalaciones especialmente acondicionadas del Hospital Clínico de la Universidad de Antofagasta.

El programa, además, está asociado a una línea investigativa que aportará indicadores importantes para la región y el país. Los interesados se pueden contactar a través de las redes sociales del hospital universitario y al teléfono 552-719091.

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