Los desafíos de la Facultad de Ciencias del Mar y Recursos Biológicos

Llegó como alumno a la Carrera de Ingeniería de Ejecución en Acuicultura en 1988, luego de realizar el doctorado en Japón, volvió a la Universidad de Antofagasta para desempeñarse como asistente de investigación, académico e investigador, y hoy, después de más de 30 años de trayectoria, es el decano de la Facultad de Ciencias del Mar y Recursos Biológicos.

Hablamos de Rubén Araya Valencia, con quien Prensa UA sostuvo una conversación para saber más sobre los nuevos desafíos que implica, tanto en lo personal como en lo institucional, el actual momento que vive esta histórica facultad de la UA, la cual hoy se destaca, entre otros aspectos, por su alta producción científica.

¿Cuál es el principal desafío para esta unidad?

Mantener y potenciar más el estándar alcanzado en los últimos años, especialmente respecto a los postgrados y su autoevaluación. Debemos reacreditar el doctorado por la mayor cantidad de años posible. Por otro lado, queremos mejorar los indicadores de las publicaciones científicas, pues si bien somos pocos los investigadores, mantenemos una producción constante los últimos años, aportando un 65% al promedio general de la universidad. 

¿Cuáles son las mejoras necesarias para alcanzar esos desafíos?

Para los postgrados, conformamos una comisión multidisciplinaria con ese objetivo. En Docencia, por ejemplo, debemos optimizar aspectos para que los investigadores tengan más horas para dedicarse a sus proyectos o directamente, a lograr patentamientos o licencias.

Respecto al pregrado ¿Cómo se enfrenta el descenso de la matricula?

Tenemos dos carrereas que pasaron a ser cíclicas: Ecología Marina y otra, con tanta historia como es Ingeniería en Acuicultura. Claramente se vieron afectadas por el mercado de la educación. No obstante, abrimos las carreras de Biotecnología y Biología Marina, que cuentan con buena aceptación, si bien no tienen muchos estudiantes, quienes están en ellas tienen la posibilidad de continuar estudios en la UA y de abrirse paso en otras instituciones científicas nacionales.

El gran desafío es mantener y potenciar la excelencia académica en este nivel.

¿Mantener el actual nivel también pasa por renovar los cuadros académicos?

Si, y eso es otro gran desafío. Si bien existe una nueva generación de investigadores, tenemos otros científicos -muy productivos- que tienen un promedio de edad alto, lo cual implica que en los próximos años deberán pasar a retiro lamentablemente. El desafío es reemplazarlos por jóvenes investigadores, altamente productivos, y que vengan a contribuir a los claustros de los distintos programas.

¿Conocer el funcionamiento de la facultad por tantos años favorece la gestión que se puede hacer?

En algunos aspectos sí, pero más que eso, creo que un punto a favor también es el cariño por la institución y conocer a muchas personas que por años han desempeñado funciones en esta facultad tanto en el cuadro académico, administrativo y de auxiliares.