Entrevista a egresada destacada: Eliana Flores Rivera

Nacida y criada en Antofagasta, segunda hija de tres hermanos. Su padre era chofer de camión en la minería, y después derivó al comercio, al igual que su esposa. Su niñez se caracterizó por ser tranquila y feliz. Estudió su enseñanza básica en la Escuela D-35 para luego ingresar al Liceo de Niñas.

Con una clara vocación marcada, ingresó a estudiar Pedagogía en Educación Parvularia en la Universidad de Antofagasta, donde fortaleció su preparación a través de diversos cursos de perfeccionamiento, incluyendo la obtención de un magister y títulos complementarios y una destacada trayectoria de quince años en aula como profesora de educación parvularia.

Así, conozcamos a la egresada destacada de la Facultad de Educación, hoy Coordinadora Regional de Educación Especial del Departamento de Educación de la Seremía de Educación de la Segunda Región, Eliana Flores Rivera.

1.- Una vez que egresa del colegio, ¿qué es lo que la motiva estudiar pedagogía en educación parvularia?

R:  Siempre mis intereses estuvieron enfocados hacia la educación, por lo tanto, cuando salí del liceo postulé a la UA y quedé en lo que me gustaba. En la misma línea, saqué un postítulo en psicopedagogía y como siempre me atrajo esta área, estudié educación diferencial, y en este campo es lo que me he desenvuelto que es el ámbito que tiene que ver con personas con algunos trastornos o discapacidad y en base a mi interés por ayudar.

2.-  Estando en la Universidad, ¿tuvo inconvenientes en su trayectoria académica?

EF: No tuve mayores inconvenientes. Siempre fui una alumna aplicada y mi pasar en la universidad fue bastante tranquilo. Al final de la carrera quedé embarazada de mi primera hija y tuve que postergar mi práctica, debido a un embarazo complejo, pero una vez que nació pude retomar todo y titularme sin ningún inconveniente.

3.- ¿Qué la impulsó a especializarse en esta línea que es la educación enfocada en lo diferencial?

EF: Siempre me atrajo el área de la educación y a través de mis propias vivencias, como por ejemplo tener un hijo con hiperactividad, me ayudó a enfocarme en esta área. El desconocimiento en los profesionales y la poca empatía con los alumnos, me enseñó y direccionó a perfeccionarme, como también poder entregarles herramientas a los profesores, porque a veces no las tienen y por eso hacen cierta discriminación con estos alumnos. Hoy con las leyes de inclusión ya no se trata de que yo quiero o no quiero, sino que debo, trabajar y atender a estos niños y entregarles las herramientas para que puedan desenvolverse. Son personas con inteligencias normales, solamente tienen dificultades, las cuales, si nosotros sabemos tratarlas y llevarlas, pueden ser excelentes profesionales que pueden ser exitosos cuando tienen el apoyo de la familia y el establecimiento.

4.- Las universidades están comenzando a abrazar el concepto de la formación integral, opuesto al paradigma clásico orientado a lo disciplinar. ¿Cuál es su mirada con respecto a este cambio?

EF: Es bastante relevante, pues una persona que está formada con sus valores establecidos y con seguridad en sí mismo, puede encontrar contenidos en cualquier parte. Pero esta formación de personas es la más relevante, pues si tenemos personas íntegras, responsables y con compromiso, podemos generar grandes profesionales. Las universidades pueden entregar conocimiento, pero cada uno de nosotros tenemos la responsabilidad de enriquecer el bagaje y buscar información para perfeccionarnos, pero lo otro, lo que es esencial, eso no es de un día para otro, es de una formación constante. Por lo tanto, si nos preocupamos de los niños desde los primeros años y a través de toda la trayectoria escolar y después en la educación superior, es ahí donde validaremos a estas personas.

5.- ¿Cuáles fueron los aspectos que la Universidad de Antofagasta le entregó para su desempeño profesional y formación como persona?

EF: Una de las cosas que más me quedaron marcadas en mi desempeño fue el tema de la responsabilidad y compromiso frente al trabajo que fue inculcado por mis profesores. Cada vez que se me pedían cosas las tenía a tiempo, nunca dejé trabajo pendiente ni que otros hicieran lo que a mí me correspondía, entonces cuando se me encomendaba una tarea sabían que iba a responder, y eso es algo que las jefaturas valoran. Además, el enfoque que nos entregaron dirigido en lo social, en hacer las cosas con compromiso y destacar por nuestra labor y dejar bien alto el nombre de nuestra universidad. El mejor profesional no es el que se saca mejores notas sino quien, cuando entra al mundo laboral, ejerce de la mejor manera y se desempeña con amor en el trabajo.

6.- ¿Qué mensaje le puede entregar a los alumnos que ingresan al primer año a estudiar pedagogía?

EF: Lo primero es que la vocación no puede quedar de lado, esta es una profesión hermosa pero que demanda de una entrega.  Gracias a la nueva carrera docente se dará una mejor retribución en cuanto a las condiciones laborales y el sueldo, pero esto también va de la mano en el esfuerzo que le pongan a su trabajo.  El profesional que egresa de pedagogía, va a tener que estar en constante perfeccionamiento para poder demostrar y pasar las vallas que esta carrera les va demandando por ejemplo salir bien evaluado en las pruebas de evaluación docente, el portafolio, entre otros Para poder a su vez, optar a otras pruebas que también les significarán aumento en su evaluación. Si bien es cierto su remuneración se verá incrementada, irá de la mano con otras responsablidades que tendrá el docente, si se avanza peldaño a peldaño, se aumentarán las condiciones para los sueldos que demanda un profesional de la educación, entonces, el mensaje es apuntar al compromiso y la capacidad de superarse constantemente para obtener los conocimientos necesarios que les ayude a mejorar cada día mas.

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