El secreto arqueológico oculto en los cerros de Antofagasta
Hace algunas semanas se prendió la alarma cuando una nueva “toma” de terreno en el sector norte alto de Antofagasta se estaba gestando. Pero esta vez, más allá de la inseguridad y precariedad que afectaría a los pobladores obligados a esa práctica desesperada, la atención también estuvo en un aspecto un tanto desconocido: la posible afectación de un sitio arqueológico único e invaluable, que para muchos, pasa inadvertido.
Nos referimos al sitio “Las Conchas” ubicado en los cerros del sector La Chimba de Antofagasta, y que debido al crecimiento de la ciudad, hoy se encuentra dentro de su radio urbano, sin protección ni señalización.
Para conocer más de este sitio y su riqueza, Prensa UA conversó con el académico e investigador de la UA, Dr. Agustín Llagostera, quien ya en 1977 junto a otros destacados estudiosos del tema, realizaron las primeras investigaciones en el lugar.
¿Qué ocurrió hace 10 mil atrás aproximadamente en el sitio “Las Conchas”?
Hace aproximadamente 10 mil años atrás llegaron los primeros humanos a ocupar el territorio donde hoy se emplaza la ciudad de Antofagasta; en consecuencia, podemos decir que hace diez milenios se registra la llegada de los primeros “antofagastinos”.
¿Qué importancia tiene este sector para la Arqueología?
Este es uno de los sitios más antiguos de la costa del Pacífico Sudamericano, lo cual es relevante no sólo para la Arqueología local sino que también internacional, por lo cual, se hace constante referencia a este hallazgo en la literatura científica.
El sector de La Chimba fue pródigo en aguadas, de las cuales todavía quedan algunos remanentes. A ello se sumaba la abundancia de peces, mariscos, lobos marinos y guanacos que abundaban en los cerros colindantes, los que les proporcionaban carne, cueros y lana a esos primeros habitantes. En resumidas cuentas, La Chimba era un pequeño paraíso que ofrecía todo lo que estas primigenias familias “antofagastinas” podían necesitar.
Entonces ¿a las comunidades que vivieron temporalmente en esa zona se les podría catalogar como pre changos?
La nominación de “changos” es un término que se ha generalizado para los habitantes del litoral del norte de Chile por los escritos que dejaron los primeros europeos que visitaron estas costas; sin embargo, siglos o milenios antes de estas crónicas no sabemos cómo ellos se auto nombraban, por lo cual, hablar de “prechangos” me parece que está bien.
Sin embargo, todos ellos eran descendientes de los mismos habitantes que llegaron a ocupar el sector hace 10 mil años. Las generaciones posteriores continuaron instalándose y posesionándose del lugar y dejando evidencias arqueológicas desde la playa hasta la falda de los cerros, convirtiendo el área en un rico yacimiento.
¿Estas comunidades estarían más conectadas con la cultura Chinchorro?
La cultura Chinchorro estaba asociada especialmente a la desembocadura de los valles de la costa norte (Tarapacá) y en consecuencia no se extendió hacia nuestra costa. Lo que aquí tenemos se relaciona con la cultura Huentelauquén, la que se extendió desde Antofagasta hasta la IV Región, siendo lo más característico de ella lo que los arqueólogos han llamado “litos geométricos”.
¿Qué función se piensa que tenían esos litos?
Estos artefactos son piedras talladas en formas discoidales, triangulares, hexagonales o rectangulares confeccionadas para ser enterradas como ofrendas a sus dioses, en lugares sagrados donde realizaban sus ceremonias para pedir que sus incursiones de caza fueran fructíferas.
Protección
Como se plantea al inicio de esta entrevista, la alarma se prendió tras un intento fallido de una “toma” de terreno por habitantes del sector. Lo cual, sumado a algo similar que ocurrió el 2013 en el balneario “Juan López” (ubicado frente a Antofagasta) y que puso en riesgo el sitio denominado “Abtao”, vuelve a poner el foco en la protección de los más de mil sitios arqueológicos de la costa de la Segunda Región.
¿Si “Las Conchas” es un lugar tan importante para la Arqueología por qué permanece prácticamente abandonado?
El tema de la protección de los sitios arqueológicos de la región es un problema pendiente. Se piensa que por existir una ley que determina que “son monumentos nacionales y quedan bajo la tuición y protección del Estado” ya se cumplió con este patrimonio.
Sin embargo, a través de un catastro que hicimos por medio de un proyecto Corfo-Innova, detectamos más de mil sitios arqueológicos en el borde costero de la región, de los cuales alrededor del 70% han sido destruidos por los traficantes de piezas arqueológicas y por gente inescrupulosa.
¿Cuál sería la forma de proteger estos sitios?
El resguardo es complicado pues la mayoría están en lugares aislados, lo cual, dificulta su vigilancia y facilita su profanación. Tampoco se puede poner un cartel señalando que son sitios protegidos por ley, ya que esto es señalarles a los delincuentes que ahí tienen un sitio a disposición para desvalijarlo.
¿Cómo se podría poner en valor este sitio, con el fin de protegerlo?
Es importante disponer de un catastro regional de sitios arqueológicos para que las autoridades tengan claridad de dónde se ubican estos y en cualquier planificación, se tenga en consideración su protección.
Como Universidad de Antofagasta estamos trabajando en esto, pero se necesitan recursos para proyectarlo a nivel regional. Otra estrategia para abordar este problema es a través de la Educación Patrimonial para crear conciencia ciudadana, y así, que todos cuiden estos lugares, pues represnetan nuestras raíces e identidad.