Entrevista al egresado destacado

 Nacido en Graneros en la Sexta Región, es el menor de cuatro hermanos, hijo de una dueña de casa y un soldador. Estudió en el colegio de Graneros desde kínder hasta cuarto medio. Autodefinido como un persona muy tranquila y estudiosa, con una infancia bastante tranquila, aficionado a la pintura y dibujo, sintió desde siempre la curiosidad por las ciencias y cuando se licenció de la enseñanza media, no tuvo dudas en venir a estudiar la Carrera de Biotecnología de la UA.

 Actualmente con 28 años, trabaja en el Instituto Antofagasta y ya se encuentra investigando, contribuyendo constantemente al desarrollo de la ciencia en la región. El egresado destacado de esta edición es el biotecnólogo Esteban Severino Arias.

¿Qué te hizo cambiar de tu Graneros natal, una zona totalmente distinta en cuanto a lo geográfico a Antofagasta?

Primero fue por lo que me gustaba, quería algo a conciencia, algo con biología, Entonces, me puse a pensar que quería algo con genética, así que comencé a buscar. Estaba biotecnología vegetal en Talca, bio ingeniería en Santiago, y Biotecnología sola en Antofagasta. Asi que me dije, si o si, tengo que moverme pues en Graneros no hay nada así que quise algo que fuera amplio y no me dejara un sesgo en lo que quiero aprender.

¿Cómo fue el proceso del cambio tuviste algunas dificultades?

Si, está la típica tristeza por la lejanía del hogar, además está la diferencia geográfica, pero Antofagasta tiene su encanto y después uno se acostumbra, se forjan amistades, conoces gente y se hace más fácil ya uno no está solo.  Después tenía mi rutina de ir en las vacaciones y ver la opción de cuando se pudiera, aprovechar. Así que después me quedé trabajando y he hecho mi vida acá.

¿Cómo ha sido tu experiencia laboral en Antofagasta una vez que te titulaste?

Me quedé trabajando en el Instituto Antofagasta de la Universidad, hice mi tesis con la Profesora Cristina Dorador, no en el mismo lugar, pero en otros laboratorios, ahora me encuentro haciendo mi tesis de magister y realizando investigación. Partí trabajando con bacterias que crecen en frio en lagos del sur, después pasé al área de los bioactivos, también con bacterias, que fueron las materias con las cuales hice mis tesis y ahora trabajo con pigmentos de bacterias que crecen en frio. Por otro lado, trabajé con con insectos y plantas, lo que te abre bastante el campo porque uno comienza a trabajar con otra materia prima, pero aplicando los mismos conocimientos ya que son proyectos externos a la universidad. Asi que pasé de plantas, insectos, a hongos bacterias, también trabajé con muestras de glaciar de las Torres del Paine. Pero se centra básicamente con lo que es biotecnología y microbiología. Aparte estamos trabajando con el “Atacama Cream”, que sería como el primer spin off de la universidad en cuanto a producto, que es una línea cosmética en base a bioactivos del desierto de Atacama.  Esto apareció en Canal Trece y en Tecno Ciencia y actualmente estoy trabajando en publicaciones para revistas indexadas.

 

Que dificultades encontraste en la Universidad para terminar tu carrera, ya sea en asignaturas que te hayan costado mucho.

En general con las asignaturas, Química fue mi parte más débil, pues la que vi en la media no era tan potente como la que vi acá. Y una química llevaba a otras asignaturas enlazadas y así sucesivamente. Y eso fue lo más complejo. Tuve profesores muy buenos que explicaban muy bien las materias y con los que después forjé una amistad y eso ayudó bastante. En general, no tuve mayores problemas en el ámbito académico.

 

¿Cuál crees tú que es el sello característico que tienen los profesionales de esta universidad al ser formados?

Yo creo que la generación del compromiso, a pesar de venir de otra región, me siento parte de Antofagasta. Cuando pienso en hacer cosas basada en ciencia, quiero que llegue a personas que están cerca mío o de la región, o el producto que estoy elaborando, rescate la riqueza biológica de la zona para que las personas del resto de Chile, conozcan lo que es la región de Antofagasta y ese compromiso y el darle valor al lugar donde me forme me lo dio la universidad a través de mis profesores.

¿Cuáles son tus expectativas con respecto a tu futuro en el ámbito laboral?

yo pensaba que no me iba a quedar, sino estudiar y después dar el salto y emigrar para otro lugar, pero me fui quedando seguí investigando y luego estudié el magister. Está dentro de mis planes en algún momento, estudiar afuera, ya que hemos realizado investigación muy buena que nos ha hecho tener redes de colaboración con el laboratorio que me pueden ayudar a seguir perfeccionándome en lo que me gusta que es la biotecnología.

¿Qué cosas fueron las que más te gustaron de la Universidad, tanto como estudiante y ahora profesional?

llega un punto en la carrera en el cual se avanza en la malla y aparecen los ramos que son más de carrera, que son más relacionados con lo profesional y a partir de ahí se generan lazos con los profesores que me hicieron esas asignaturas y pasaron a ser de maestros a amigos y colegas tanto en el ejercicio de la profesión como investigando y se siente el respeto mutuo. Esa es una de las cosas más rescatables y que más valoro de mi vida en la universidad.

 

¿Qué consejo le darías a los alumnos que entran a estudiar la carrera de biotecnología?

Yo creo que hacer ciencia en Chile, ya es complicado, así que deben entrar con la mentalidad que toda la carrera va a ser fácil o pensar que, si ocurre algo negativo no nos va a permitir continuar. Eso es algo que ocurre porque es un problema país hacer ciencia en este país. Así que mi consejo es no perder la motivación y pensar que siempre se pueden hacer cosas, comprometerse con lo que uno hace y ser constante y seguir estudiando e intentarlo una y otra vez.

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