ENTREVISTA A TITULADOS DESTACADOS

Nacido en Antofagasta, hijo de un dentista y de una enfermera. A los 15 años se fue a vivir a Viña del Mar, con una amiga de la familia. Terminó sus estudios en el colegio San Peters. Es el menor de 8 hermanos quienes por sus trabajos e historias de vida viajaron por muchas partes del mundo. Esto le entregó una crianza y forma de vida liberal, que sin duda lo ayudo en el hecho de vivir sólo y la independencia en la que se forjó. Luego de salir de cuarto medio, trabajo y preparó su prueba de aptitud académica  (PAA) en la ciudad de Santiago, donde se trasladó desde Viña del Mar a vivir junto a su hermana. Al cabo de un año, ingresó a Bachillerato en Ciencias en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Al cabo de dos años y cansado de vivir solo, decide volverá Antofagasta e ingresa a la Universidad de Antofagasta a estudiar la carrera de Ingeniería en Acuicultura. Siempre ligado al mar, que es lo que le apasiona, Actualmente ese encuentra cursando un doctorado en Acuicultura, es investigador de la planta profesional del centro de innovación Oceánica de la Universidad de Antofagasta,  el titulado destacado de esta edición es Fernando Valenzuela.

1.- ¿Cómo fue el regreso a la ciudad e ingresar a la UA?

R: Una de las cosas por las que decidí devolverme a Antofagasta era porque me encantaba el clima de la ciudad y el contacto con el mar, que siempre me ha apasionado. Mis deportes siempre fueron ligados al tema marítimo. Etc. Tuve un pasar bastante normal y tranquilo y me tomé un semestre debido que me enferme con varicela. Pedí congelar, puesto que con el tema de la enfermedad quede muy apurado con pruebas y trabajo, además tenía ganas de viajar. Me reincorporé, y al final saque la carrera en un año más de lo que debía demorarse. En el último año comencé a trabajar en la Universidad debido a que un profesor me invitó a trabajar en uno de sus proyectos. Yo en ese minuto, no conocía quien era, y me acuerdo a que me llamó a participar en uno de sus proyectos. Yo no conocía quien era el profesor y me acuerdo que me llamó y me dijo si me interesaba participar en un proyecto FONDEF, yo en ese momento no tenía idea que era un proyecto FONDEF, y en ese momento el estudio era solo una parte de mi vida, en la cual yo tenía otras actividades que me encantaba hacer, asi que yo no nunca supe de este profesor ni a que se dedicaba. Este profesor era Carlos Riquelme, yo me tome una semana en responderle, y en esa semana, averigüé quien era y entendí la oportunidad que significaba.  Hice mi tesis con el trabajo realizado con él y entre a trabajar en su núcleo acá en la Facultad de Recursos del Mar. Con el tiempo comencé a adjudicarme mis propios proyectos a través de la universidad, es más en una de las líneas más competitivas en Chile que es FONDEF en la línea regular, tú vas a competir con ciencias y artes de todo tipo, por ejemplo con proyectos de neurociencia como una vez me tocó. Entonces me gané dos proyectos y así se fue dando el tema en el cual  yo me desenvolví.

2.- ¿Cómo fue tu experiencia cuando entraste a estudiar a la Universidad?

R: Yo era un alumno bastante atípico, producto de que había vivido solo, tenía una independencia que me daba otra visión. Entonces yo ya había cursado un bachillerato en la universidad, así que este cuento de la vida universitaria yo ya lo había vivido. Todo ese asunto del mechoneo del carrete propiamente tal, me daba lo mismo, yo venía a darle buen uso a la educación a la que había accedido. Además mis dos padres eran universitarios entonces me empaparon de ese concepto de lo que es la universidad, no solo de adquirir experiencias técnicas, sino que además competencias humanas, sociales, emotivas, etc. Era un flujo de información que tenía que ser canalizado por todos lados, por todas las cosas que nos hacen ser personas y eso era lo que realmente distingue a un buen profesional. Siempre me decían que no nos interesa que te saques las mejores notas, sino que además me sintiera realizado y me sintiera bien. Por lo tanto, y en base a eso, yo me iba a surfear a las 7 de la mañana, después de eso me iba a clases, todo mojado, entraba a la sala dejaba mi tabla atrás y ponía atención y me iba súper bien. Lo que me generó algunas veces conflictos era el hecho de que si yo no estudiaba, me cargaba eso de estar a última hora calentando la materia. Muchas veces yo de verdad no estudiaba y prefería sacarme un 2. Eso me trajo conflictos con compañeros puesto que a veces ellos querían cambiar las pruebas o conseguirse las evaluaciones de años pasados y yo decía que no, porque consideraba que había que ser correcto y que si no estudiabas, te correspondía ese 2, y por último era mi propia nota. Así que por ese lado, quizás esos fueron los conflictos y los aspectos complejos que pase en mi vida universitaria.

3.- ¿Que sello crees que te entregó la Universidad en tu recorrido universitario?

R: Yo creo que la universidad en nuestra área genera muy buenos profesionales que están muy bien reconocidos por el mercado. Y eso es porque nosotros los Ingenieros en Acuicultura, tenemos que ir a trabajar Al sur de Chile que es donde están las salmoniculturas, pero acá no tenemos nada de eso, así que las ansias que tú tienes de aprender y de insertarte en ese medio es tan alta, que cuando llegas allá, después de haberte cultivado en el desierto donde no hay peces, del grupo de los salmónidas, llegas con tatas ganas y eso es muy destacado por la gente de allá, nos consideran muy aperrados y muy fuertes en la parte biológica, no tanto en lo ingenieril. Pero vamos a todas y esa es la insignia que se ha cultivado desde la universidad. Profesionales que vamos a todas, capaces de sacar las más complicadas situaciones que otros no lo harían, eso los ha impulsado a posicionarse y hoy en día hay varios ex alumnos de acá que están en cargos de gerencias, conformando sus propios equipos de trabajo, etc. Entonces ese es el sello que se ha cultivado acá. Otro aspecto es el emprendimiento.

4.- ¿Qué mensaje les darías a todos los alumnos que pretenden estudiar estas carreras relacionadas con el mar?

R: El mensaje antes que todo es que sean auténticos, que busquen la autenticidad, y eso significa mirarse bien dentro de uno, no caer en la tentación de ser como los demás y que eso les va a levantar el valor que todos tenemos dentro de uno. Eso se busca a través de la autenticidad y justamente aprovechando la oportunidad de estar en una casa de estudios como la Universidad. Y eso debe aprovecharse y poder cultivarse en todos los aspectos tanto en lo disciplinario, como en lo humano. Hay muchos que se van en la onda del carrete o sacan las carreras con lo justo siendo uno más del montón y no le sacan provecho a la oportunidad que significa estudiar una carrera universitaria. Entones creo que deben tratar de sacar lo mejor de ellos porque eso les va a marcar una diferencia fundamental tremenda en el ámbito profesional. Hoy en día cualquier profesional que es bueno y se distingue de la media le va inmediatamente muy bien. Conozco muchos casos de personas que están en las estrellas de su ámbito porque cultivan además de lo técnico, otros elementos que no son propio de lo técnico, como cultivar sus amistades, cultivar sus anhelos, viajar que te abre mucho los horizonte y la mirada, la familia etc. Todo tiene que tener una justa cabida y no ser enfermos del 7 porque eso en realidad no te va a servir tanto de por sí solo.