10 Días de investigación en el continente helado

El Doctor Marco Ortiz y su investigación en la Antártica: “Mi aporte en el estudio es determinar los cambios en las algas, y como esos cambios se propagan en los otros organismos que están compartiendo ese mismo hábitat”

El día es soleado de forma inclemente, y el calor no da tregua como es lo característico de las mañanas, en al campus Coloso de la Universidad de Antofagasta.
Haciendo caso omiso repaso mentalmente el tema que me convoca al edificio del Instituto Antofagasta, tema que contrasta en sobre manera con la alta temperatura imperante. Debo entrevistar a un académico que desarrolló una investigación en la Antártica, y las imágenes de estepas heladas me parecen irrisorias frente a la temperatura reinante.
El doctor en ciencias naturales Marco Ortiz, reconocido investigador en estudios eco sistémicos, en análisis de sistemas ecológicos complejos y académico de nuestra universidad, me recibe con amabilidad.
Le comento que es poco común entrevistar alguien que ha estado trabajando en el continente helado y al mismo tiempo sobre un desarrollo de investigación científica relacionado con el estudio de algas y los procesos asociados a los efectos de radiación ultra violeta y el calentamiento global, guarda silencio brevemente y luego comenta entrando en materia.

“La antártica al estar aislada de nosotros reúne características de naturaleza óptimas máxima, es decir las comunidades, las dinámicas, los procesos biológicos-ecológicos y en particular biológicos de las algas que están allá, no están siendo intervenidas como ocurre en el resto del planeta.”

Así el académico y científico introduce el tema a la conversación y al mismo tiempo explica en un rápido resumen de que se trata el proyecto “Anillo ART 1101”, estudio investigativo en la Isla Rey Jorge, en la Antártica, que en esta tercera versión lo convocó dentro del equipo de investigación.

“En el caso del trabajo desarrollado por el doctor Iván Gómez, que es el director del proyecto Anillo Art 1101, dependiente de la Universidad Austral, fundamentalmente se basa en que los objetos de estudio son a nivel fisiológico.”
“Es decir como las algas reaccionan si uno las “golpea” con pulsos de radiación extrema y como ellas reaccionan instantáneamente a nivel fisiológico, a nivel fotosintético, a nivel electrónico y bioquímico. En síntesis es saber cómo responden las afectan en el algas a estos procesos de cambio lumínico.”

Tras una breve pausa acota, para volver a la idea principal

“Entonces sería fácil en la antártica, separar efectos propios del aumento de temperatura, como también el aumento de la radiación lumínica (ultra violeta) y evaluar la respuesta que tienen las algas, producto de esos dos cambios. Ahora bien, se supone que dichos cambios van a ocurrir y están ocurriendo, sin embargo, el impacto de ellos se visualizaría en un plazo de cientos de años más, esas son las predicciones pero podemos ser sorprendidos. Lo interesante es intentar evaluar los procesos previos que pueden estar ocurriendo.”
Al consultarle como es el proceso investigativo que se desarrolló en la última incursión científica desarrollada por el proyecto Anillo Art 1101, Ortiz reflexiona brevemente y comenta.

“Ellos (equipo del Dr. Iván Gómez) hacen su trabajo en laboratorio y en campo buceando y también en el intermareal, donde se desarrollan experimentos en condiciones de oscuridad y se someten los tejidos de algas a diferentes tipos de perturbaciones, pensando en el tema de UV y aumento de la temperatura. Asímismo, el equipo de profesionales de la Universidad Austral, realizan las actividades de buceo, y de hecho uno de los muchachos que participó en la toma las de muestras en el submareales, titulado de la UA, el ingeniero Juan Bravo, quien estuvo en la antártica los 2 meses. Uno de los instrumentos más interesante que utilizaron algo parecido a una lámpara que emite un haz de luz extremo sobre las frondas de las algas y mide directamente en el alga in situs su reacción fisiológica.”

Eso es en el campo de la UV, también experimentan aumentando la temperatura, para ello recolectan algas y las exponen a aumentos de temperaturas secadores de aire caliente, por ejemplo, y evaluar los cambios en la actividad fisiológica con aumentos graduales la temperatura. Diferentes diseños experimentales digamos.”


La investigación del doctor Ortiz.
marco_ortiz-01“Mi aporte en el estudio es determinar los cambios en las algas, y como esos cambios se propagan en los otros organismos que están compartiendo ese mismo hábitat. Entre estos organismos encontramos peces, muy pocos, caracoles muy pequeños, isópodos gigantes como no se ven acá, muchas más algas que acá, ya que, no existe la explotación pesquera que está ocurriendo en nuestras costas, ni tampoco la contaminación. En términos generales si tú vas acá a un lugar donde exista una reducida intervención humana, el panorama es muy parecido.”
“Ahora bien mi tarea es integrar los datos la información que obtenga de los trabajos de Iván junto a  su equipo, esto es el impacto en las algas del aumento de UV, el aumento de la temperatura, sobre los procesos fisiológicos del alga y como esos procesos a nivel fisiológicos influyen sobre la dinámica de las algas, y a su vez de ahí la tomo yo y si altera la dinámica del alga como se propaga el efecto ende la redes tróficas y ecológicas.”

Cuando le consulto sobre la importancia de las redes tróficas (conjunto de cadenas alimenticias no lineales de un ecosistema) en su parte en particular el Doctor Ortiz comenta.
“Es importante, porque hay una acumulación notable de algas, esto es, se acumula mucha biomasa en ellas. Y esto está siendo transferido a los herbívoros y de ahí a los carnívoros. La respuesta que queremos predecir y evaluar como esos cambios a nivel fisiológico individual (fotosintético) repercutirían en las redes tróficas. Es decir, los demás organismos que están asociados a las algas, que consumen algas y los carnívoros que consumen a los herbívoros.”

Respecto al viaje, trabajo y permanencia en las dependencias científicas en la Isla Rey Jorge, el investigador explica.
“En la isla Rey Jorge, el Instituto Antártico Chileno (INACH) dispone de toda una infraestructura, con laboratorios para estos análisis, laboratorios húmedos, secos, microscopia y, también ofrece equipamiento de alta envergadura. En el caso de nuestro proyecto, Iván llevo sus propios equipos, altamente sofisticados, todo el resto están disponible allá.”

“También dispone de un casino, sala de estar, habitaciones. Tú puedes perfectamente aislarte de las bases que están al lado, la armada por un lado y la fuerza aérea por otro , de la base rusa al frente, la base china y todo esto en un radio de 500 metros o a un kilómetro.

Todos tienen sus propias embarcaciones, sus propios patrones de bote, se es independiente de las otras instituciones que están ahí.”

Respecto a las condiciones de su viaje a la isla, las perspectivas no parecen muy auspiciosas.
“Es complicado, el ambiente es inhóspito y hostil, esta incursión comenzó el 28 de enero con 2 viajes fallidos, ya que, en dos ocasiones, -a la mitad del vuelo-, el piloto informó que debíamos devolvernos a Punta Arenas porque las condiciones climáticas no eran las óptimas para el aterrizaje.

Finalmente el 2 de febrero recién pudimos aterrizar, el estrés no es grato, temo a los viajes aéreos, pero viendo el avión en el que viajamos, de cuatro turbinas, pensé que debía tener mucha mala suerte para que ocurriera alguna desgracia.

“Una vez llegado allá las condiciones son frías, a pesar de ser verano, cuando sube la temperatura puede llegar a 5 °, pero por lo general en la época de la investigación, la temperatura es de -2°.
Hubo vientos fuertes en las noche, tormentas nocturnas, mucha neblina, no puedes salir donde quieras, tienes que salir del complejo con un acompañante y un comunicador de radio.
Específicamente cuando hay niebla no se puede salir, no está permitido por la posibilidad de congelarte.”

Al consultarle sobre como fue el desarrollo de su investigación, Ortiz es categórico al referirse a las condiciones de como conllevo el proceso durante 10 días.
“Respecto de la hora de trabajo diario era relativo. Los días de mal tiempo, pasaba sentado trabajando frente al computador, es increíble como pasaba el tiempo. Hubo días en los que no se hace nada, ya que en la inducción que tuvimos el día 29 de enero, se detalló que el programa tiene contemplado el tiempo de trabajo, de distracción y de ocio, todo contemplado por un detalle psicológico.

En lo personal soy de hábitos nocturnos, entonces en ese horario al haber poca gente, trabajaba con los datos y muestras que traía Juan, él se iba a acostar porque se levantaba temprano y yo continuaba hasta las 2 de la madrugada aproximadamente.”

“Otro aspecto interesante es que el espacio esta diseñado para 40 personas, por otra parte, los dormitorios son pequeños y los espacios para distracción se hacen pequeños, es fácil estresarse debido a que el mal clima impide que durante en algunos lapsos de tiempo puedas abandonar las dependencias.”

Como último dato le consulto si en el retorno tuvieron algún otro inconveniente como el que se produjo al arribo.
“El retorno fue dramático, primero la fuerza aérea, decidió hacerle mantención a su avión justo 2 días antes de cuando nos tenían que ir a buscar, entonces no le dio tiempo al INACH de reservar otro avión, entonces nos dicen el mismo día que teníamos que salir, el 17, no hay avión porque la FACH mandó a mantención su avión y nos quedamos hasta nuevo aviso.”

“Hay que tomar en cuenta que uno pasando los 10 días, comienza a perder capacidad de concentración, porque estás viendo todos los días a la misma gente, entonces no se pone tan grato.”

“De hecho nosotros tendríamos que habernos venido el lunes siguiente (23 de Febrero), ya que, para esa fecha la FACH tendría listo su avión. Sin embargo, el INACH comenzó a gestionar con una línea aérea (DAP) y nos fueron a buscar sorpresivamente el miércoles 18 de Febrero y nos sorprenden indicando que hay avión, y que en 2 horas hay que estar en la pista, imagínate el movimiento de gente dentro de las dependencias preparando todas sus cosas.

Como último regresamos a Punta Arenas y según lo acordado de aquí a noviembre tendremos con el equipo una serie de reuniones para conocer los resultados y los avances de la investigación.”
Al finalizar le agradezco al Doctor Ortiz, su buena disposición y detalladas respuestas, me retiro pensando en los datos que me expuso y en paisajes antárticos. Cuando me retiro del edificio, el calor de un cielo antofagastino despejado derrite cualquier imagen que pueda visualizar del continente helado.

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luis.labarca@uantof.cl

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