Experto de la UA llama a la calma por sucesivos sismos en la zona norte

Jorge Ramírez Fernández, docente de la carrera de Ingeniería en Geomensura, entrega detalles sobre la sucesión de movimientos telúricos en la zona norte y asegura que es muy difícil que exista un “mega” terremoto, aunque no desmiente la posibilidad de un terremoto y tsunami que oscilaría entre los 8,5 y 8,8. 

Un llamado a la calma y a a la solidaridad realizó Jorge Ramírez Fernández.

Un llamado a la calma y a a la solidaridad realizó Jorge Ramírez Fernández.

“Un fuerte sismo de 9 en la escala de Richter (de un total de 10 puntos) sacudió las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta. El mega terremoto ocurrió ayer en la madrugada causando horas de pánico, caminos cortados, edificios y casas en el suelo y un enorme tsunami con olas que alcanzaron los 15 metros, abatiendo a más de un millar de compatriotas”.

El párrafo anterior podría ser el titular de algún diario en los próximos días, semanas, meses, años o quizás, y para nuestra seguridad, nunca se llegue a dar este tipo de amenazas. Sólo la naturaleza lo podría decir.

Más optimista- y para dejarnos más tranquilos- el experto antofagastino Jorge Ramírez Fernández, director del Centro de Ingeniería en Mitigación de Catástrofes Naturales de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Antofagasta, se ha dedicado en estos últimos años a estudiar en detalle los movimientos telúricos, su historia y sus consecuencias. “No creo que vaya a existir un Mega terremoto en el norte del país. Se tiene previsto que exista un sismo 8,8 como máximo, pero sería fatal que éste llegara a un grado 9”.

¿Pero es preocupante la seguidilla de temblores que se han producido en Parinacota y Tarapacá?

-No es normal que ocurra este fenómeno, es por ello que debemos ponernos en alerta y la gente debe enfrentar este tipo de sucesos con calma. Hay patrones que no nos gusta presenciar, y uno de ellos, es la gran cantidad de sismos que se vienen dando en el norte del país. La historia nos indica que años atrás (1898) sucedía lo mismo y que los marinos de esa época se asustaban y salían arrancando. Esto sucedió previamente a un gran terremoto que aconteció en Arica. Por eso que debemos ser cautelosos, llamar a la calma, pero tener nuestros planes de alerta bien diseñados. A ello debemos sumar la gran cantidad de energía acumulada que por años no ha sido liberada, y eso sí, es una cosa que debe preocuparnos.

¿Qué sería más devastador para la ciudad un terremoto o un tsunami?

– Creo que en estos momentos deberíamos preocuparnos más por un tsunami. Antofagasta tiene muy buenas posibilidades de resistir eventos como un terremoto. La ciudad está situada sobre roca muy dura y las ondas sísmicas no harían mucho daño. Probablemente casas de material ligero puedan caer fácilmente, obviamente tendremos fisuras y algunos problemas de agua y luz. Los edificios creo que soportarían bien y desde el cuarto piso serían seguros ante la llegada de un tsunami. Sin embargo, el mar sería el que produciría más daño y es ahí donde debemos prevenir y prepararnos ante la llegada de olas que serían muy grandes.

 

Un tsunami sería más peligroso que el mismo terremoto, aseguró Ramírez.

Un tsunami sería más peligroso que el mismo terremoto, aseguró Ramírez.

¿En términos prácticos sería beneficioso que este terremoto llegara de día o por la noche?

-Esta es una muy buena pregunta, ya que estudios indican que la mejor hora para tener un gran sismo es por la noche. El “mejor” terremoto posible sería alrededor de la 1 de la madrugada en pleno invierno, ojalá muy frío. Una de esas ventajas es que permitiría que la gente en su mayoría se encuentre en la casa, que no anden en paseo y menos cerca del mar. Por lo tanto, si hay que evacuar la misma familia se encontraría junta y evitando el tráfico y los problemas de circulación de vehículos.

 ¿Cómo sería entonces el terremoto que se espera para el norte?

-Creo que el terremoto podría alcanzar una magnitud de 8,8 – 8,5. Existen estudios que indican que llegar a 9 pareciera imposible, pero creo que con la naturaleza nunca se sabe, aunque los estudios han sido desarrollado por gente experta en este tipo de áreas. Lo cierto es que provocará gran susto, nos moveremos mucho y seremos expuestos a emociones muy fuertes. Debemos actuar con solidaridad, tendremos tiempo ante la llegada de un tsunami, son 13 minutos que llegará un primer oleaje fuerte (no destructivo), después pasarán 10 minutos más y el mar se pondrá más complicado. Por lo tanto hay tiempo para escapar y para preocuparnos por la gente que está desvalida, los más ancianos y los niños. En Japón, durante el último tsunami, murió mucha gente producto de la poca solidaridad que hubo. Muchos niños y ancianos no fueron ayudados a escapar y eso fue fatal. Debemos aprender de las experiencias fatales y debemos ser más sabios. Un llamado a la calma y a cuidar nuestra naturaleza, para que ella nos cuide a nosotros.

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